Convierte tus relaciones en oro

Saber relacionarnos va más allá de saber el nombre de las personas, dónde trabajan, cuántos hijos tienen, qué estudió, o en que vecindario viven.
Aprender a relacionarnos lo es todo. Todo lo que realizamos en nuestra vida tiene que ver con personas y aprender a conectar con ellas es vital. Sea cual sea tu trabajo, debes relacionarte, si eres hijo, hermano, esposo, perteneces a un grupo de la iglesia, fundación, deportes o eres padre, aprender este arte es de gran importancia para tu vida.

En el camino de este aprendizaje, el enfoque va dirigido a transformar la forma en la que las personas se ven a sí mismas, hacerlas sentir valiosas, generar un sentimiento de que alguien quiere lo mejor para los demás, esas personas animan, tienen fe en los demás, creen, ayudan, apoyan. A ese tipo de relaciones es a lo que me refiero, debemos aprender a conectar con la gente.

Vamos a comenzar por relacionarnos mejor con nosotros mismos, aceptando nuestro valor, siendo felices nosotros, estando seguros de quienes somos y amándonos, solo así, podremos dar de todo eso que tenemos a los demás, no podemos dar aquello que no tenemos, debemos llenarnos de reconocimiento para poder reconocer a otros. Reconócete, ¡acéptate! Alentar y motivar a las personas las llena de energía, hace que sea posible lograr lo que no se puede lograr. Es mágico cuando descubres que no hay forma de dar esperanza a los demás sin que la recibas tú también. Las personas siempre nos acercamos a los que aumentan nuestro valor. No importa lo que hayas alcanzado en tu vida, ni los sueños que hayas cumplido, ni tus grandes éxitos, siempre necesitarás de las personas.

Mary Kay Ash dijo una vez: “Todo el mundo tiene un anuncio invisible colgando del cuello que dice: ¡hágame sentir importante!”. Todas las personas quieren sentirse valiosas, reconocidas, elogiadas: no se guarde los elogios para sí, aprenda a dar reconocimiento a los demás, pues este gesto los refuerza, nadie puede vivir sin ser alentado, todos necesitamos el aplauso.

Aprendemos también a dar merito a los demás, enfócate en ellos, quita tu mirada de ti mismo y aprende a reconocer todo lo bueno que hay dentro de ellos. Hay personas que no lo hacen pensando que pueden perder el suyo, sin saber que nada está muy lejos de esa realidad. Otorga en generosidad reconocimiento y eso regresará a ti.

Los seres humanos valoramos a aquellos que nos valoran. Si quieres ser importante para los demás, dales importancia y la mejor manera de hacerlo es dar lo mejor de ti para ellos, eso es todo lo que podemos hacer, dar todo lo que tenemos, eso siempre será suficiente. He aprendido a conectar con las personas porque las escucho, doy de mí, les agrego valor, me ocupo de conocer sus historias. Pienso que mi potencial ha sido un regalo inmerecido y lo recibo en agradecimiento y la mejor forma de hacerlo es regalar de mí a otros, derramar un poco de mi vaso en las personas, dando de lo que por gracia he recibido, es la forma más hermosa que he encontrado para mejorar mis relaciones con los demás.



No juzgues, no condenes, no critiques. Piensa en las buenas intenciones de la gente, si tu actitud no es saludable, no es buena, no podrás establecer relaciones armoniosas, y mucho menos conectar con los demás. Con esa misma actitud que puedes juzgar a las personas, serás juzgado tú. Recuerda que “lo que ves en los demás, lo tienes en ti”.



Después del verbo “amar”, el verbo “ayudar” es el verbo más bello del mundo. No importa lo que llegues a tener o lograr, sino ayudas a los demás habrás logrado poco. Cuando aprendes a conectar con los demás tienes abundantes posibilidades de lograr lo que deseas, es la forma en la que puedes influenciar a los demás, es poder llevar a un equipo al logro, es poder liderar desde el amor, es poder llevarte bien con tu familia, en tu entorno, es extraer lo mejor de ti, logrando que ellos puedan dar lo mejor de sí mismos. ■

Por Astalicia Rosario

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