Los nuevos tiempos, la digitalización, la pandemia y los cambios mundiales han hecho que se replantee el modelo de liderazgo en el sector público, brindando a los líderes gubernamentales la oportunidad de  innovar y gestionar grandes cambios en las instituciones. Como en todo liderazgo, el compromiso, la creatividad, un equipo cohesionado, disponer de los recursos necesarios y el apoyo adecuado, son factores imprescindibles para garantizar una administración pública bien dirigida, capaz de brindar soluciones.

Biviana Riveiro, como líder del Centro para la promoción de las exportaciones e inversiones de la República Dominicana, ha asumido este desafío, buscando nuevas formas de impulsar los productos y servicios que ofrece el país por todo el mundo, a través de la inserción competitiva en los mercados internacionales; siempre procurando servir a los ciudadanos e inspirar confianza, que es la razón de ser de toda organización pública. Por esta razón, Factor de Éxito conversó con la directora ejecutiva de Prodominicana sobre la responsabilidad que implica tener hoy una posición de liderazgo en el sector público y su experiencia al frente de esta institución.

“Los atributos que considero neurálgicos en un liderazgo constructivo están centrados en la capacidad de servicio y en enfocar la administración en el centro principal que son los individuos, nuestros ciudadanos. A partir de aquí, rasgos como la innovación constante, la apertura a las alianzas y la búsqueda continua de nuevas oportunidades son complementos invaluables”, dijo.

Añadió que a estas características hay que sumar la lealtad con el equipo, la conciencia de que el trabajo se realiza en equipo, nunca en solitario. “Y, sobre todo, mantener los pies en la tierra; saber que cualquier posición de poder es transitoria, por lo que el mayor esfuerzo está orientado a dejar un legado transformador”.

¿Cuáles son las decisiones más importantes que, como líder de ProDominicana, ha tenido que tomar desde su llegada a la institución?

El primer desafío que tuve en ProDominicana fue decidir cómo manejar el conflicto que se presentó con el caso de Marca País. Cada día tomo decisiones desafiantes, desde transformar la manera en que se promueven las exportaciones y captar nuevas inversiones, hasta el diseño y uso de nuevas herramientas tecnológicas para potenciar el alcance de nuestros esfuerzos.

Pero, sin dudas, la mayor decisión que tomo cada día, es la de convertir a la República Dominicana en un referente internacional de desarrollo, un destino ideal de inversión y en recobrar el empoderamiento del ciudadano para que se reabra el orgullo por lo nuestro. Todo lo anterior con el impulso de la Marca País, la diversificación de nuestra oferta exportable, la captación de inversiones que multipliquen los empleos de calidad y que transfieran conocimiento y tecnología.  

¿Cuál considera que es el mayor desafío que enfrentan los líderes hoy día?

 Encontrar en la diversidad la clave para alcanzar resultados que impulsen las metas, en nuestro caso el proyecto de un mejor país. Y esa gestión pasa por comprender las habilidades de cada miembro del equipo, comprender las motivaciones y competencias de aliados y colaboradores, así como la naturaleza diversa de entidades públicas y privadas que debemos remar juntos en una misma dirección.

¿Cómo se prepara usted como líder para enfrentar los retos que trae consigo la dinámica de un mundo cambiante y acelerado como el que vivimos?

Como persona, trato de ser flexible para adaptarme a los cambios, tareas que no es nada fácil para mí tomando en cuenta mi personalidad. En el ámbito profesional me mantengo al tanto de las tendencias globales, reviso continuamente las metas y compromisos que tenemos como institución y cómo esto se vincula al desarrollo del país.

Jamás salgo de mi casa sin tener claro que mi familia es mi mayor motor y centro de equilibrio. Entiendo que la preparación también pasa por acordarse todo el tiempo por qué hacemos las cosas, qué nos mueve y cuál es el destino del camino que estamos recorriendo.

Viniendo del sector privado y ahora liderando una institución pública, ¿cuáles son las diferencias de ejercer el liderazgo en los dos sectores?

Considero que la mayor diferencia entre ejercer desde el sector público y desde el privado es la naturaleza de los propósitos.

En el sector público nos corresponde brindar respuestas a las demandas de la ciudadanía, la empresa y las organizaciones, sin dejar de lado el proyecto país. En ese ejercicio hay que entender que la dinámica tiene otro ritmo, las decisiones afectan invariablemente a alguien. En todo momento hay que considerar que el costo de oportunidad de las decisiones va más allá de lo económico o un valor de marca, tiene que ver con la calidad de vida de miles de familias.

En la empresa es similar, pero los sectores que exigen respuestas están más o menos relacionados entre sí. Los propósitos empiezan por la maximización de beneficios. Aunque hay grandes costos de oportunidad en cada decisión, el impacto queda sobre todo en el contexto corporativo, por lo que tarda un poco más en afectar al resto del país; aunque le afecta, en cualquier caso. 

¿Cuál debe ser la motivación de un líder? ¿Qué la motiva a usted todos los días a ejercer la dirección de ProDominicana?

La motivación de un líder debe ser convertir en realidad una visión impulsada colectivamente. En mi caso particular tengo dos grandes motivaciones: mi familia, que son el motor por el que arranco cada mañana. Me mueve saber que estoy aportando un granito de arena para que vivamos en un país con mayores oportunidades, donde puedan estar en un entorno pacífico, que responda a sus necesidades y aspiraciones. 

También me motiva saber que desde ProDominicana estoy canalizando bienestar y deseos de superación. Cuando veo a una mujer emprendiendo, conozco unos productores que buscan exportar o escucho las historias detrás de las empresas, sé que estoy donde tengo que estar.