La relación directa con los clientes ha sido el gran logro de la marca a raíz de la pandemia, logrando dar respuestas activas y rápidas a las nuevas necesidades.

Como Gerente de Mercadeo de Manuel González Cuesta, Luisa Fontana supervisa y coordina los planes de las distintas marcas de la empresa, como: La Bodega, Carlo Rossi, Stoli, Ramón Bilbao, Laurent Perrier, entre otras. Afirma que el público los ve como un espacio donde la experiencia, el disfrute y la autenticidad se unen en un mismo lugar.

Manuel González Cuesta cuenta con el portafolio más amplio en vinos y destilados, con las marcas de mayor reconocimiento mundial, todo en un mismo lugar. “Hemos logrado construir una comunidad que se siente parte de una experiencia en un lugar especial”, dice.

Luisa cree que la adaptabilidad ha sido fundamental en su desempeño como mercadóloga. “Lograr entender diferentes industrias y diferentes equipos de trabajo me han hecho crecer como ser humano y como profesional, logrando poder descubrir las cosas de una manera distinta y sumar desde donde esté”. 

Considera que otra de sus fortalezas ha sido la curiosidad y darle valor al reto de conocer nuevas audiencias y mercados. Comenta que disfruta entender a los consumidores de una manera más amplia.

Todas las experiencias durante su carrera han sido, de una u otra manera, de crecimiento. “Llena de orgullo trabajar en temas sociales, pues a través de una comunicación efectiva logras influir en la conducta de los individuos para mejorar conductas que impactan a la sociedad. Me emociona ver el nacimiento de productos de consumo masivo desde sus inicios, cómo logran evolucionar en el mercado y ser recibidos por los consumidores, y cómo llenan esa necesidad”.

A lo largo de su camino profesional se ha enfrentado con algunos tropiezos en el diseño de estrategias de marca. Considera que lo importante es reconocer que errar es aprender y acelerar el esfuerzo para hacerlo mucho mejor que la primera vez. “No existe el éxito sin cometer fallas”, concluye.

El 2020 ha tenido un impacto sin precedentes a nivel mundial,  tanto para los consumidores como para los mercadólogos. El comportamiento de los consumidores ha sufrido un cambio apresurado, motivado al cierre de las industrias y negocios, así como al confinamiento obligatorio de la población. Con estos cambios que ha vivido la humanidad, Luisa ha tenido que adaptar la marca a una nueva realidad.

“La personalización de las acciones y la relación aún más directa con los clientes fue el gran logro, además de dar respuesta a los clientes en distintos canales de venta fuera de los tradicionales, lo que nos llevó a cambiar la manera de vincularnos con el mercado de una forma más activa y rápida”.