Nunca siento que he llegado al tope
Una mujer preparada, capacitada y que se actualice constantemente es una mujer segura para desempeñar cualquier rol.
Con su empresa Brands Builder Retail Agency, con base en Atlanta, Mariana Gómez ayuda a empresas a expandirse internacionalmente. Comparte su vida laboral entre Georgia y New York City, porque ahí es donde va a recargar no solo energía sino ideas y poner su creatividad a trabajar.
En su principal rol como Business Developer, Marketing Consultant e E-commerce Strategy, diseña planes de expansión para empresas de todos los tamaños que tienen como objetivo llegar a mercados internacionales. Gracias a sus más de 16 años de experiencia dirigiendo marcas de diferentes industrias, en distintos mercados de las americas, hoy liderar exitosamente procesos de internacionalización a gran escala y a largo plazo.
Mariana afirma que su pasión es ayudar, “siempre ha sido así; solo que esta vez ha sido distinto, ya que hice uso de mis vehículos, que son mis empresas para hacerlo posible. Los espacios donde participo activamente con la comunidad, cada formación que tomo, cada capacitación o actualización, cada nuevo servicios que desarrollo, me permite impactar a mi entorno, ser promotora del cambio, ayudar y fomentarlo”.
Para ella también ha tenido gran valor su capacidad de sentarse frente a un cliente y ver la vida de su marca y poderle contar desde antes que suceda, cuáles son las oportunidades que puede alcanzar. “Pero eso no es más que tomar mi experiencia, mis aprendizajes, la enseñanza que me han dejado otras marcas, el conocer cómo se hacen las cosas en este país, cómo funcionan los procesos aquí en los Estados Unidos y en sesiones de trabajo evitarle esa curva de aprendizaje, ahorrándole dinero y tiempo”.
Factor de Éxito conversó con esta emprendedora, incansable trabajadora y madre, que siempre busca alcanzar un impacto en los demás y ayudarles a crecer.
¿Qué es el éxito para usted? ¿Se considera una mujer exitosa?
El éxito para mí es poder llegar a casa y justo antes de dormir, después que la casa queda en calma, poder hacer un recorrido de mi día, de mis últimas semanas, o incluso más, y ver que cada día tuvo momentos de satisfacción para mis clientes, para esas marcan que nos están confiando sus sueños más preciados; ver cómo ante sus ojos, sus proyectos se están materializando, sus objetivos se están alcanzando. Eso me da muchísima paz y, por ende, siento que la paz y el éxito caminan juntos.
¿Se ha encontrado con barreras de género o por su origen hispano para ejercer un puesto de responsabilidad en los Estados Unidos?
Decir que no, no sería verdad, ya que sí ha sido así, especialmente en la industria de la belleza que es nuestro sector más importante, uno de nuestros nichos de mercado donde más concentramos clientes, operaciones y supply chain. También allí está liderado por hombres y es un cambio de paradigma las mujeres estamos haciendo, ocupando nuevas posiciones, asumiendo nuevos roles y cambiando el mundo.
Según su experiencia, ¿cree que se brindan suficientes oportunidades a las mujeres hispanas emprendedoras?
Llegue a este país en el 2016, viví entre New York, New Jersey y Miami antes de llegar acá. Una vez en Georgia uno de mis primeros pasos fue, en el 2019, tomar el programa “Avanzando Juntas” de la Asociación Latinoamericana y, desde hace dos años, estoy como voluntaria en el board member de Eme de Mujer, de Georgia Hispanic Chamber of Commerce. Entonces decir que sí hay suficientes oportunidades, definitivamente no; se necesitan muchos más, es por ellos que estoy en estos programas, con la idea de ayudar a promover más espacios de valor y poder ofrecer más oportunidades a mujeres emprendedoras y profesionales.
Cuando emigramos se hacen muchos sacrificios, de los cuales yo no me libré. A mí también me tocó, como a todos, empezar desde cero. Tuve que aprender cómo se hacía todo en este país y puedo decir que fui privilegiada porque desde que llegué no he dejado de trabajar en mi empresa. Me he dado cuenta que la falta de espacios, oportunidades e información es muy grande en un país con casi 400 millones de habitantes; aunque hay recursos maravillosos como la Small Business Administration, que ofrece programas increíbles para emprendedores a nivel nacional presencial y virtual, y el Small Business Development Center, debemos multiplicar la oferta, las capacitaciones y, sin duda, haremos la diferencia en las nuevas generaciones.
¿Qué considera usted que es necesario para impulsar el empoderamiento y liderazgo femenino dentro de la comunidad hispana en Estados Unidos?
Crear espacios con oportunidades. Si desarrollamos, no solo programas en fases iniciales. Una vez que las emprendedoras y profesionales adquieran habilidades y pongan en marcha sus negocios, deben seguir formándose. La capacitación constante nos da herramientas para afrontar nuevos retos en nuestros negocios, en nuestros trabajos y vida diaria. Una mujer con herramientas está hecha para salir adelante, pero debemos aliarnos y unir esfuerzos.
¿Algún mantra, mensaje, libro o consejo que la ha ayudado en su camino profesional?
Soy una mujer muy terrenal, ya que mi vida profesional así lo demanda, pero siempre enfocada en no descuidar mi yo espiritual, me gusta conectar conmigo misma, escucharme y prestar atención a ese instinto, a ese sexto sentido o voz interior que todos tenemos.
En mi caso desempeño muchos roles: soy mamá a tiempo completo, participo en todas las actividades del colegio de mi hijo; soy activa con la comunidad de mujeres, asisto a tantos eventos como pueda, atiendo directamente a todos mis clientes, mi equipo de trabajo está local y remoto, y mi socio es mi epsoso, así que el tiempo en mi vida lejos de sobrar es escaso. Entonces, uno peligra de empezar a vivir en piloto automático, así que trató de siempre estar conectada con mi yo interior y, como conozco mi realidad y sé que disfruto siempre formar parte de nuevos proyectos, me ayuda el poder escuchar-ME, analizar-ME y balancear a diario mis compromisos con lo que me apasiona.
El poder alinearlo todo en perfecta armonía, que todo se sintonice y se sincronice, es lo que me ayuda a saber que voy por el camino correcto.
Mi consejo: si no se siente bien, no es ahí o no es la forma o no es la vía, porque debe sentirse bien.
¿Qué mensaje empoderador le gustaría compartir con las mujeres hispanas?
Como mujeres hispanas somos por naturaleza valientes, venimos de familias donde las mujeres también ha demostrado sus capacidades, no han sido temerosas y, a la vez, con muchísimos sueños y anhelos por cumplir. Mi llamado es a que sigan apropiándose de espacios, elevando sus voz, cautivando con sus ideas, mostrando sus deseos sin temor y trabajando por ellos con mucho amor, compromiso, y recordando siempre que estamos dejando un legado para esas mujeres que hoy son niñas, pero mañana serán ellas quienes tendrán a cargo esta gran responsabilidad. Con el ejemplo que hoy les demos, les estamos construyendo una sociedad en la cual, más pronto que tarde, van a vivir, pero esta vez será llena de oportunidades, igualdad, respeto, comprensión y admiración.