Las empresas deben ser líderes en el proceso de transformación del estatus quo
Las soluciones requieren un cambio fundamental de percepción, de pensamiento y de valores. Y creo que, en el turismo, como en todos los otros procesos humanos (económicos y sociales) estamos enfrentando precisamente este reto
Las empresas del sector turismo tienen una oportunidad única que muy pocas otras industrias tienen. La afirmación corresponde a Antonio Del Rosal, Ingeniero Civil por la Universidad Iberoamericana con MBA por la Georgetown University en Washington D.C. Especialista en turismo de aventura y naturaleza, y con 28 años de experiencia en la industria turística.
Actualmente, es Director General de Experiencias Genuinas, firma especializada en diseño de destinos de aventura, naturaleza y turismo rural y Coordinador General de ATMEX, un evento enfocado en este nicho de mercado. Del Rosal considera que la industria del turismo puede lograr cosas interesantes a nivel organizacional / empresarial, un sector que representa el 10% del PIB.
“En el mundo hay nuevamente cerca de 1.7 mil millones de turistas cruzando fronteras, cuando viajamos nos volvemos hasta cierto punto “vulnerables”, estamos en una situación donde nuestra percepción se amplia y estamos abiertos a nuevos estímulos y aprendizajes. Yo veo esto como una enorme oportunidad de impactar a 1.7 mil millones de personas con objeto de sensibilizarlos al reto que tenemos en materia de no solamente sustentabilidad, sino de regeneración de nuestros territorios. Cada interacción con un guía, con un prestador de servicios turísticos, con un hotel o cualquier otro eslabón de la cadena de valor puede convertirse en una oportunidad de cambiar mentes y corazones”, argumenta.
El ingeniero que también ha sido Consultor del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y del LAIF (Latin American Infrastructure Fund), Director de estrategia para CEMEX, Director Ejecutivo para Latinoamérica de la Asociación Mundial de Turismo de Aventura (ATTA) afirma que estamos ante el reto de preservar este planeta para futuras generaciones. “Y esto es responsabilidad de todos. Hay 1.7 mil millones de posibles embajadores del cambio a quienes podemos impactar a través del turismo”.
¿Por qué una empresa u organización debe cambiar hacia la sostenibilidad?
Porque no hay alternativa. Por donde lo veamos, es imprescindible iniciar este proceso. Si nuestro enfoque estuviera exclusivamente en reducción de costos, la transición hacia la sostenibilidad ayuda con mayores eficiencias y menor desperdicio. Si lo hiciéramos por atender las preferencias del cliente, entonces también está claro que una proporción importante de los consumidores no solo esperan, sino que exigen que sus productos y servicios sean provistos por empresas que no dañan al medio ambiente y que contribuyen positivamente a la calidad de vida de las comunidades. Las empresas deben ser líderes en el proceso de transformación del estatus quo. Está claro que los gobiernos y los compromisos internacionales se han quedado cortos. Tenemos la obligación moral de ser esos agentes de cambio que necesitamos como especie para poder crear una nueva relación con el planeta, en el que nuestros hijos puedan florecer.
Según su experiencia en el sector turístico. ¿Cómo hacer la transición hacia la sostenibilidad de la mejor manera?
No existe un modelo perfecto, y tal vez eso es lo que haga a las empresas turísticas titubear y que no se comprometan con el objetivo, pensando equivocadamente que esto sea una moda pasajera. Sin embargo, peor que la inacción es la falsa fachada de que estamos haciendo algo al respecto como pantalla de ventas, el llamado “green washing”, que desafortunadamente esta altamente presente en el sector (pensemos en las empresas que eliminaron el uso de popotes como iniciativa de sustentabilidad). Hay varias certificaciones, modelos de gestión y consultores que se dedican a acompañar a empresas en este proceso, pero lo más importante es contar con un liderazgo que establezca una visión, y que se vayan dando los primeros pasos en esa dirección, con una convicción férrea.
¿El camino hacia la sostenibilidad tiene un final? ¿De qué forma una organización puede ser cada vez más sostenible?
No. Es un proceso continuo. Las mejoras en procesos, en tecnología y la integración multi-disciplinaria que eventualmente nos lleve a una visión sistémica de los destinos turísticos por definición es un proceso que tiene un claro comienzo, pero para el que no se podría imaginar un final definitivo. Hay que estar atentos a estos cambios y mejoras para poder adaptar nuestras organizaciones, nuestros destinos y las relaciones entre los actores que comparten un territorio.
¿Cuál es el costo de no cambiar?
En el corto plazo, significa una pérdida de competitividad (ya sea por tema de costos o por tema de mercado). En el largo plazo, no cambiar significa el colapso de nuestra organización y la contribución que esto tendría (en términos del tiempo perdido) hacia el cambio más grande que debemos hacer como especie. La capacidad de producción y regeneración de la tierra es finita y vamos en un camino directo al colapso, por sobreexplotación y por mala distribución. ¿Qué significa esto? No estamos seguros, pero sin duda será doloroso para nuestros descendientes (posiblemente para nosotros mismos) son no enderezamos el rumbo de inmediato.
¿Existe algún método que permita abordar de manera sistemática los procesos de cambio?
Hay grandes pensadores y filósofos que basan su propuesta precisamente en esta visión sistémica, Fritjof Capra dice que “Ninguno de los problemas que enfrenta la humanidad puede ser resuelto de forma aislada, todos son parte de un problema o de un reto mayor, que a su vez se traducen en una falta de percepción. Estamos operando bajo una visión del mundo caduca. Las soluciones requieren un cambio fundamental de percepción, de pensamiento y de valores.” Y creo que en el turismo, como en todos los otros procesos humanos (económicos y sociales) estamos enfrentando precisamente este reto.
¿Cuáles considera que son los dilemas que enfrentan las empresas frente a la inminente revolución de la sostenibilidad?
Como mencionábamos antes, el dilema de acción vs inacción se traduce en un tema de supervivencia o colapso de las empresas. Y esto a su vez juega dentro de un contexto más amplio de adaptación en el que estamos inmersos como especie. Tenemos que adaptar nuestras empresas, pero también nuestras sociedades. El cambio nunca es fácil, pero la evolución nos ha demostrado que aunque sea doloroso, el cambio es la única forma de garantizar continuidad. Hay que iniciar ya. Es frustrante ver como algunos de nuestros gobernantes siguen aferrados a una visión de los 60´s o 70´s que no va en línea con nuestra realidad actual.
¿Qué iniciativas sostenibles han emprendido y cuál ha sido el impacto hasta hoy? ¿Podría darnos cifras?
Nuestra organización es muy pequeña (somos 7 personas muy comprometidas) por lo que el impacto de que todos trabajemos de forma remota, con una huella mínima de CO2 que podemos compensar a través de apoyo a iniciativas de secuestración de carbono gestionadas localmente y de que seamos una empresa incluyente tal vez no sea impresionante en términos del impacto directo, pero como dicen en inglés “we walk the talk”. Donde creo que si hemos podido influir es a través de la creación de una red, el Adventure Travel Network y su evento insignia ATMEX que hoy representa a 1,500 empresas y a más de 12 mil profesionales del sector turismo de aventura y naturaleza en México y América Latina. A través de esta red y de 10 años de reunirnos sin interrupción en ATMEX con compradores, con medios, con operadores de la región y con líderes de opinión globales hemos podido compartir una visión, compartir retos y mejores prácticas, y hemos podido poner la lupa en iniciativas increíbles que están haciendo las cosas bien y que deben ser inspiración y modelos que seguir para toda la industria turística. Estamos convencidos que hay una mejor forma de hacer turismo y que podamos integrar a muchos más actores a esta economía turística al mismo tiempo que protegemos nuestro capital natural y cultural.
Cuéntenos de algunas innovaciones que podremos ver en el próximo ATMEX.
Bueno, pues esta 11ª edición de ATMEX será nuestro primer evento en un destino de playa, Huatulco. Siempre hemos querido poner los reflectores en destinos que no son los bien conocidos de sol y playa que caracterizan a México. Pero este año queremos mostrar como un destino de playa también puede ser un ejemplo para seguir en materia de sustentabilidad y que fijen una visión orientada a la conservación de su capital natural. Huatulco es precisamente ese ejemplo, y está frente a un reto importante, pues esta por concluirse una carretera que vinculará a este hermoso puerto con la capital del estado de Oaxaca. La presión por convertirse en otro destino de resorts todo incluido será potente, pero los operadores y los gestores de destino locales tienen una visión clara de hacia dónde quieren llevar a Huatulco. Nosotros queremos sumar a esta visión, demostrando que hay un turismo de menor impacto y mayor derrama que pueden ayudar a proteger destinos como este, y que eso es precisamente lo que busca el consumidor actual. También exploraremos el fenómeno del Turismo Rural y como destinos como España han logrado consolidar un modelo turístico diferente, aprovechando los recursos existentes para crear experiencias únicas. Como dato, en 2021, uno de cada dos españoles hizo al menos un viaje de turismo rural. ¡Imagínense lo que podríamos hacer potenciando este modelo en nuestro país! Tendremos charlas con expertos que ojalá nos ayuden a identificar oportunidades que nos encaminen hacia un turismo no solamente sostenible, pero regenerativo. Ese es el plan.