Convivir entre dos mundos

Han cambiado nuestras formas de vincularnos, de mostrarnos, de percibir al otro, y en ese “caos simbólico” resultan necesarios nuevos acuerdos y convivencias, otras microestructuras e ideas que nos impulsen a pensar y crear fuera de la caja.

Convivir entre dos mundos es volver a encontrarnos y reflexionar sobre algunos lineamientos:

-Descubrir nuevas lecciones que no estaban escritas para refundar otros modelos de liderazgos.

-Validar y descubrir lo inesperado, romper rutinas para dar lugar a miradas con mayor perspectiva.

-Analizar nuestros propios desiertos emocionales, especialmente ante una transición o pérdida de empleo, para saber descubrir otro futuro, entendiendo que los grandes sueños nacen en el caos.

-Autogestionar nuestros rumbos laborales con alto impacto y selectividad, ya que es la clave para la “nueva conquista” frente a la adversidad y lo diferente.

-Visualizar e ilustrar de manera continua lo que podemos modificar, redoblar nuestra atención e intentar trabajar sobre nuestras propias resistencias.

-Saber aplicar nuevos aprendizajes a nuevas realidades, generando tolerancia y plasticidad frente a lo ambiguo, dejando de lado los egos que nublan el camino y viejos hábitos que nos dejan anclados en un mundo más estático y poco disruptivo.

-Lograr aprender a partir del error pero con la agilidad necesaria para desarrollar capacidad de respuesta

-Fortalecer nuestra visibilidad profesional con inteligencia contextual para lograr atravesar fronteras y salir de nuestras zonas de confort.

-Potenciar aquellas experiencias que entendemos califican para un mercado nuevo, donde la premisa será explorar, conocer e innovar para ser protagonista en un entorno cambiante.

Generar una nueva convivencia entre dos mundos, es lograr entender la nueva normalidad para reconstruir nuestra empleabilidad. Es reconocer lo que verdaderamente somos y lo que podemos aportar, para sumarnos a proyectos con un liderazgo basado en valores.

Sabemos que nuestras decisiones se ven marcadas por un entorno de volatilidad, donde liderar es más difícil que nunca y en ese “nuevo liderar” nuestras carreras se ven afectadas mientras tratamos de re-educar nuestras miradas para entender el contexto y ver oportunidades.

Vivimos muchas veces apegados a un mundo viejo impregnado de la necesidad de complacer, cuando la clave hoy es trabajar sobre un mapa nuevo. ¿Nos preguntamos qué propuesta tenemos y qué requieren las empresas hoy en transformación, para lograr una proyección clara, con desafíos disruptivos y con un propósito renovado?

¿Qué mapa nuevo estamos tratando de construir? ¿Qué nueva visibilidad profesional nos proponemos como meta? ¿Cómo medimos hoy nuestra empleabilidad entre dos mundos?

Es un año para practicar nuestra propia transformación y gestionar la carrera laboral con inteligencia estratégica y autenticidad.

Convivir hoy, se trata de gestionar lo que no conocemos, de lograr una reinvención pura para instalarnos en un mercado nuevo y reconocer lo oportuno del caos.

¡Es tiempo de crear caminos en lugar de buscarlos!

Convivir entre dos mundos