El objetivo es satisfacer la demanda eléctrica de manera confiable

Para alcanzar esta meta se requiere de una planificación que garantice que existirá la generación suficiente para proveer a las empresas distribuidoras. Así mismo, es necesario asegurar que las líneas de transmisión puedan transportar la energía.
 
Según la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica, ADIE, la República Dominicana posee una de las matrices de generación eléctrica más diversificadas en comparación con otras de Centroamérica y el Caribe. En el año 2000 casi el 90 % de la generación de energía del país correspondía a derivados del petróleo; sin embargo, luego de las primeras inversiones que siguieron al proceso de capitalización, específicamente en el año 2004, el porcentaje de la energía producida con derivados del petróleo descendió al 72 %; incorporándose un 4 % del gas natural; 12 % de carbón; y un 12 % de las hidroeléctricas.
 
En este sentido, las inversiones privadas han continuado y en la actualidad República Dominicana cuenta con una matriz mucho más diversificada, incorporando nuevas fuentes de generación renovables. En el año 2023 la energía fue abastecida en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado por las siguientes fuentes primarias: gas natural 40 %, carbón 31 %, derivados de petróleo 12 %, agua 5 %, biomasa 1 %, viento 5 % y sol 6 %. 
 
Con estas cifras, consultamos con Roberto Herrera, actual presidente de ADIE, cuál es entonces la tarea pendiente del sector desde su posición: “La tarea pendiente, y que entendemos que el Gobierno comparte, es en el área de distribución. Esta  área tradicionalmente ha representado un dolor de cabeza para el país, y digo el país porque todos sufrimos de los resultados negativos que estas empresas de distribución tienen, sobre todo desde el punto de vista financiero. Los niveles de pérdida son inaceptables.  Entonces, desde ADIE estamos dispuestos a continuar contribuyendo con soluciones para acabar con las pérdidas y asegurar que estas empresas sean sanas financieramente”. 
 
Es que la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica desde su fundación ha buscado estudiar los problemas básicos que afectan las actividades de los actores del mercado eléctrico dominicano, aportando soluciones, velando por la adopción e implementación de las mejores prácticas en el sector eléctrico, incentivando la eficiencia en la industria e incluyendo la promoción de reglas y políticas claras que sean coherentes con el sano desarrollo de la industria eléctrica, contribuyendo así  a la difusión de información relacionada con el área, y a la educación vinculada a este sector.

Para Roberto Herrera “el país ha avanzado en términos de fortalecimiento institucional, reducción de burocracia y oportunidades para la inversión extranjera directa. Los informes recientes de los organismos económicos del país reflejan que el sector energía ha liderado el flujo positivo de inversión extranjera directa que ha recibido la República Dominicana. Las empresas miembros de ADIE han seguido apostando al país para invertir y seguir siendo motor del crecimiento económico, brindando energía de calidad y aportando para una mejor calidad de vida de los dominicanos”.
 
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Hoy en día, ¿cuál es la situación oferta-demanda de energía eléctrica en el país? ¿Sigue habiendo déficit?
 
La capacidad instalada en el SENI al mes de febrero de 2024 fue de 5,675.08 MW mientras que la demanda máxima del sistema ronda los 3,800 MW. Es por esto que hemos destacado que existe suficiente energía para satisfacer la totalidad de la demanda del país. En el año 2023 la energía disponible estuvo por encima de la demanda abastecida en un 37 %,  lo cual representó 29,692.06 GWh. En otras palabras, las empresas generadoras de electricidad estaban dispuestas a generar un 37 % más de energía de la que se les solicitó. 
 
Se esperaba que en el segundo semestre del 2023 iniciaran operación unos diez parques de energía que adicionarían al sistema unos 450 MW de energía renovable no convencional, ¿esto ocurrió? ¿Cuál es hoy la capacidad de generación de energía renovable en el país?
 
A diciembre 2023 en el país se habían instalado unos 1,150 MW de energía renovable no convencional en proyectos a gran escala y 350 MW a pequeña escala. En este mismo año 2023 entraron al sistema 270 MW de nueva generación renovable en seis parques fotovoltaicos. Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE) se encuentran en construcción unos 26 proyectos que representan alrededor de 1,451 MW que podrían entrar al sistema entre este año 2024 y el próximo 2025.
 
Además, en 2023 entraron al sistema más de 370 MW de generación convencional, ¿por qué cuando el mundo apuesta por bajar la huella de carbono, aún se están implementando proyectos de energía convencional? ¿No es contradictorio?

A pesar de que las energías renovables son sumamente importantes para alcanzar un desarrollo sostenible, también es cierto que mantener un abastecimiento constante de energía y a costos asequibles es necesario para alcanzar este objetivo. Las energías renovables por naturaleza son intermitentes, dependen de recursos que no están disponibles siempre, porque no siempre brilla el sol o sopla el viento. 

Es por esa realidad que se necesita aún mantener una matriz lo suficientemente diversificada que contemple generación convencional, proveniente de energía térmica, que dé confiabilidad y sobre todo estabilidad a estas energías renovables, siempre enfocados en utilizar el combustible que menos impacto tenga en el medioambiente como lo es el gas natural.
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Según ADIE, ¿cuál debe ser el principal objetivo en términos energéticos del país? ¿Cuál es la hoja de ruta a seguir?
 
El objetivo debe ser el abastecimiento de la demanda actual y futura con energía eléctrica ambientalmente sostenible y con costos eficientes. Para tales fines, se debe orientar la política energética del país con miras a crear las condiciones propicias para que el sector privado haga las inversiones requeridas, identificando las necesidades fundamentales y promoviendo la regulación adecuada que apoye la transición energética apropiada para el país.
 
El trabajo Gobierno-empresa privada es fundamental en el proceso de transición energética, ¿cómo evalúa esta sinergia en la actualidad y cómo ha sido la participación de la ADIE al respecto?
 
Gracias a los esfuerzos del sector privado en conjunto con el gobierno, la República Dominicana obtuvo niveles récords en la participación de energías renovables no convencionales dentro del pastel de generación, que hasta hace unos años era prácticamente inexistente, por lo que valoramos de manera positiva el impulso que han recibido las energías renovables en los últimos años.
 
La alianza público-privada ha demostrado ser la más valiosa y desde ADIE nos sentimos orgullosos de poder colaborar con el gobierno en todas las iniciativas que garanticen el servicio de calidad y confiable que requieren todos los clientes. En ese sentido, nos sentimos satisfechos del rol que hemos desempeñado, principalmente en la generación. 
 
En términos de políticas públicas, ¿qué hace falta por hacer?
 
Se debe lograr tener un plan indicativo del sector eléctrico consensuado, seguir trabajando en un sistema de reserva de energía (mediante baterías y/o centrales de generación flexible), fortalecer el sistema de transmisión y actualizar la regulación de generación distribuida. Estos son ejemplos de algunas iniciativas que el país debe ejecutar en el mediano y corto plazo para alcanzar los objetivos.
 
El informe de ADIE del primer semestre 2023, señala: “hemos demostrado el porcentaje de energía que estuvo disponible y que no fue aprovechada y adquirida por las empresas distribuidoras”. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué pasa con esa energía no aprovechada?
 
Según lo detallado por los líderes de las empresas distribuidoras, los cortes de suministro que surgen se deben a mantenimientos programados o correctivos, es por esto por lo que se debe fortalecer la operación de estas empresas.
 
La planificación del sector es clave, ¿cuáles son las perspectivas de crecimiento de las energías renovables no convencionales dentro del sistema eléctrico dominicano para este 2024? ¿Y para los próximos años?
 
Desde ADIE continuaremos enviando el mensaje sobre la importancia que tiene la planificación en todos los aspectos del sector, compuesto por generación, transmisión y distribución. Esta planificación, necesariamente, tiene que ser de mediano a largo plazo porque estos proyectos son de gran envergadura, y requieren tiempo, permisos y preparación. Por ende, la planificación es clave para garantizar que podamos cumplir con la demanda de nuestros clientes y prestar el servicio de calidad que están esperando. Cuando digo clientes me refiero al sistema eléctrico interconectado que es el que recibe esta energía que producimos nosotros, las empresas generadoras.
 
Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE) se encuentran en construcción unos 26 proyectos que representan alrededor de 1,451 MW que podrían ingresar al sistema entre este año 2024 y el próximo 2025.


¿Cómo van las discusiones del tan esperado pacto eléctrico, que busca mejorar la calidad de energía sin interrupciones las 24 horas del día?
 
En la mañana del jueves 25 de febrero de 2021, se concretó la firma del Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico. Previo a esto, y como una iniciativa para dar soporte a la educación virtual durante la pandemia del COVID 19, se decidió abastecer la totalidad de la demanda del país, esto se ha mantenido hasta hoy. Las interrupciones que se puedan experimentar se deben a fallas en el sistema y, sobre todo, en el sistema de distribución, por lo tanto, se debe fortalecer la operación de estas empresas.
 
¿Cuál considera sigue siendo el gran desafío en el sistema eléctrico dominicano?

Vemos, y entendemos que el Gobierno comparte, que el principal reto que afronta el sector eléctrico es el área de distribución. Esta área, tradicionalmente, ha representado un gran dolor de cabeza para todo el país. Me refiero al conjunto del país porque todos sufrimos de los resultados negativos que estas empresas de distribución tienen, sobre todo desde el punto de vista financiero. 
 
Los niveles de pérdidas actualmente son inaceptables y, ante esta situación, estamos dispuestos a continuar contribuyendo con las soluciones existentes para asegurar que estas empresas sean sanas financieramente.
 
En este camino, es fundamental realizar las inversiones necesarias para modernizar la infraestructura y la distribución eléctrica, permitiendo así una integración eficiente y confiable de estas nuevas fuentes de energía en la red. Esto implica no solo la incorporación de tecnologías renovables, como la solar y la eólica, sino también la implementación de redes inteligentes y sistemas de almacenamiento de energía.
 
Además, se requiere una planificación cuidadosa y una regulación sólida que fomente la competencia y la transparencia en el mercado eléctrico. Esto garantizará que las inversiones se realicen de manera adecuada y que los consumidores se beneficien de un suministro estable y a precios competitivos.