El liderazgo femenino se trata de empoderar y potenciar

Cuando una mujer avanza, todas avanzan, transformando el entorno, el país, y el mundo.
 
Como mujer Factor de Éxito para el país, que inspira a otras, el propósito de Zenia Vásquez es, ‘‘inspirar AMOR, el amor es la energía sanadora más poderosa que existe en el Universo. Mi propósito es empoderar a las mujeres, que trabajemos en incrementar nuestro amor propio, ya que cuando uno es segura de sí misma no envidia a nadie, por tanto, nos construiriamos mutuamente, trabajaríamos en equipo, como manada, por tanto, seríamos realmente imparables’’.
 
Zenia describe su liderazgo en tres palabras claves:
 
Proceso: El camino es arduo. Hay que pagar un precio, vas a fracasar, te van a juzgar, calumniar, y desmeritar. Vas a caerle mal, muy mal a algunas personas, especialmente a los “carroñeros de la vida”, quienes realmente son la brújula que nos indica que vamos por buen camino, ya que mientras dudamos de nosotras mismas, otros están asustados con nuestro potencial.
 
Propósito: Crear más líderes. Ser la primera en llegar abre camino a las mujeres que vienen creciendo en todas estas áreas destinadas exclusivamente para hombres durante tanto tiempo. Y ojo! No se trata de excluir a los hombres, sino de incluir a las mujeres, ya que la diversidad es clave para el éxito de cualquier organización.
 
Resultados: Por nuestros frutos nos conocerán. Somos lo que hacemos, no lo que decimos. Nuestros resultados nos definen, hablan por nosotros mismos, y de hecho es la forma más poderosa y CONGRUENTE de inspirar a nuestro entorno.
 
El mayor desafío de ser mujer y líder dentro de una empresa hoy en día, para Zenia empieza en la mente. ‘‘Ser la primera mujer en ocupar todos los cargos en los que me he desempeñado, es una gran responsabilidad, ya que cuando una mujer ocupa un cargo, "todas lo ocupan", y la lupa del juicio está sobre nosotras, por lo que se tiene una presión extra a lo que se hace, ya que en cada desacierto está la frase “tenía que ser mujer”. Y por si fuera poco, la sociedad espera que las mujeres trabajemos como si no tuviésemos hijos, y atendamos a nuestros hijos como si no tuviésemos trabajo. Por tanto, teniendo mucho en contra, debemos creer en nosotras mismas, e ignorar las etiquetas. Haciendo que nuestro proceso tenga propósito’’.
 
Zenia enfrenta estos desafíos trabajando en ser la mejor versión de sí misma cada día, invirtiendo, creyendo y dando lo mejor de ella, ya que la única competencia es con sigo misma. ‘‘La gente busca cambios afuera, pero realmente todo comienza dentro. Debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo’’.
 
A las nuevas generaciones de mujeres les aconseja: ‘‘¡Hay oxígeno para todas! Nunca envidies la bendición de la otra, ya que es la forma más segura de alejar, o incluso perder la tuya. La otra no es competencia, es aliada. En la unidad está la fuerza. Seamos manada, seamos puño no mano, de manera tal que si "tocan" a una respondemos ¡todas!.  Porque las mujeres debemos construirnos entre sí, en lugar de hacer lo contrario…’’.