Hispanos son la principal fuerza que impulsa el sector de la construcción en Georgia

Su enfoque en educación y tecnología fomenta una transformación digital inclusiva y sostenible.
Gabriela Matute, actual directora ejecutiva de la Asociación Hispana de Construcción de Georgia (GHCA), encarna la simbiosis perfecta entre innovación y compromiso comunitario. Desde que asumió este rol en 2022, Matute ha guiado a la GHCA hacia una nueva era, donde la inclusión, la equidad, y el empoderamiento de la comunidad hispana se encuentran en el centro de su misión. 

Su liderazgo no solo se refleja en las políticas y programas implementados, sino también en la manera en que ha logrado utilizar la tecnología como herramienta para potenciar el crecimiento de la organización y el bienestar de sus miembros.

 
La carrera de Matute es un testimonio de reinvención y resiliencia. Graduada en Comunicación Social, se labró un nombre en el periodismo televisivo tanto en Venezuela como en Estados Unidos, demostrando una dedicación inquebrantable al servicio público a través de la información. Su trayectoria en los medios de comunicación la dotó de habilidades esenciales que ahora son pilares en su gestión en la GHCA: la capacidad de adaptación, la empatía y un enfoque orientado a resultados. La transición de los medios de comunicación a la dirección de una organización sin fines de lucro no fue fácil, pero Matute la abordó con la misma determinación que la ha caracterizado a lo largo de su carrera.

En su actual rol, ha adoptado un enfoque innovador para la gestión del talento, con un énfasis particular en la transformación digital. Reconociendo las limitaciones presupuestarias que enfrentan muchas ONG, esta profesional ha liderado la implementación de herramientas tecnológicas que permiten a la organización maximizar sus recursos, optimizar procesos y, lo más importante, empoderar a la comunidad hispana en Georgia. 

Uno de los aspectos más destacados del liderazgo de Matute es su enfoque en el desarrollo humano. Para ella, la tecnología es solo una parte de la ecuación; el factor humano es igualmente crucial. Cree firmemente que la empatía y la capacidad de escuchar son habilidades esenciales en cualquier líder. Estas cualidades no solo han fortalecido su conexión con los miembros de la GHCA, sino que también han creado un ambiente de trabajo donde su pequeño equipo, que opera en distintas ubicaciones geográficas, puede colaborar de manera eficiente y cohesionada.

 
En su rol como directora ejecutiva de la GHCA, ¿qué iniciativas específicas ha implementado para atraer y retener talento hispano en un entorno cada vez más digitalizado?
Si bien somos una organización sin fines de lucro cuya misión es atender las necesidades de la comunidad hispana que forma parte del sector de la construcción en el estado de Georgia y, por tanto, no buscamos o contratamos capital humano (salvo nuestro reducido staff), nos enfocamos en buscar las mejores herramientas que permitan que nuestra oferta de beneficios a nuestros miembros—en este caso, adiestramientos, charlas y talleres—esté estructurada acorde con las exigencias del mundo de hoy. 

La tecnología, por supuesto, juega un papel fundamental en esa ecuación: cómo podemos ayudar a que los empleados y dueños de empresas de construcción tengan acceso a la tecnología y puedan aplicar en su día a día las herramientas tecnológicas que les ayuden a optimizar sus recursos y brindar un mejor servicio. Esto siempre de la mano del factor humano, que es imprescindible en el mundo gerencial.

¿Podría compartir un ejemplo concreto de cómo la transformación digital ha empoderado a los empleados de la GHCA y ha contribuido al crecimiento de la organización?
Las ONG (en su gran mayoría) nos enfrentamos a un desafío común: bajos presupuestos, que debemos administrar de manera eficiente para poder lograr nuestros objetivos anuales. En nuestro caso, ofrecemos a nuestros miembros oportunidades educativas para ser una mano de obra cada vez más calificada. Somos un equipo muy pequeño, de apenas 4 integrantes, dos de ellos trabajando de manera remota en Bogotá y Caraca, que ha aprendido a apoyarse cada vez más en herramientas digitales para realizar nuestro trabajo día a día: optimizar el tiempo, sistematizar procesos, mantener una comunicación fluida pese a las distancias, identificar las necesidades de nuestra comunidad y aportar las soluciones que consideramos más adecuadas para ellos. 

Nuestro aporte a la comunidad ha crecido inmensamente en muy poco tiempo, y sin duda es un trabajo primordialmente realizado con esfuerzo humano, pero impulsado por las facilidades que brinda la era digital.

¿Cómo describiría la transición de trabajar en medios de difusión a su rol actual en la GHCA?
La mejor forma de describir esa transición es usando la palabra "reinvención". Hasta ese momento, no sabía de qué se trataba; era una palabra completamente ajena para mí. Aunque, ahora que lo pienso, mi primera gran reinvención ocurrió cuando vine a vivir a Atlanta y debí comenzar de cero, como cualquier historia de inmigrantes. Pero en este caso puntual, todo comenzó a través de una colaboración con la revista que editamos en la asociación, BrickbyBrick. Me contactaron, ya había salido de CNN y comencé a trabajar como editora en jefe. 

Luego, se abrió la oportunidad de unirme al equipo como coordinadora de programas y eventos, y, después de un año y medio y algunos ajustes internos, asumí la dirección ejecutiva. Ha sido una experiencia increíble y apasionante por varios motivos. Aunque siempre he estado ligada, de una manera u otra, a las organizaciones no gubernamentales, por las cuales siento una increíble admiración; es la primera vez que oficialmente formo parte de una de ellas. La GHCA me ha permitido conocer un mundo completamente ajeno a mí, como lo es el de la construcción: su dinámica, sus códigos y, principalmente, su gente. Me enorgullece ver cómo los hispanos somos la principal fuerza que mueve este milmillonario sector, un puesto que nos hemos ganado a pulso. Desde quienes salen día a día a trabajar sin descanso bajo el sol, la lluvia o el frío, hasta quienes emergen como nuevos dueños de negocios, ascienden a puestos gerenciales o ganan un contrato con el gobierno. Mención aparte las mujeres hispanas. 

Me quito el sombrero ante el ímpetu inquebrantable que poseen. Todos los días aprendo de esta comunidad, y aumenta mi compromiso con ella para brindarles herramientas y oportunidades para seguir creciendo.

 
¿Qué habilidades específicas adquirió durante su tiempo en la industria de los medios de difusión que considera más valiosas para su trabajo en la GHCA?
Comienzo con una habilidad que no es intrínseca a una carrera sino más bien inherente al ser humano: la capacidad de adaptarse y ser flexible. Esta transición me ha permitido descubrir cualidades en mí que desconocía. Y tal vez las desarrollé anteriormente, pero no fue sino hasta ahora que necesité emplearlas. Ya estaba en un punto de mi vida en donde, pese a amar profundamente el periodismo, necesitaba una pausa. Fue una pausa obligada, abrupta, que me permitió sin embargo cuestionarme el camino que quería seguir. Darme la oportunidad de ampliar mis expectativas, como dicen aquí: pensar fuera de la cajita y explorar nuevos caminos. 

Ejerzo la comunicación social, mi profesión, desde otra perspectiva: escuchando a nuestros miembros y siendo empática con sus realidades y necesidades, conociendo la industria por dentro, tratando de elaborar mensajes atractivos y simples, que puedan ser captados por múltiples audiencias y que nos permitan posicionar de manera mucho más efectiva nuestro trabajo en la comunidad. También me viene a la mente la capacidad de pensamiento crítico al momento de la toma de decisiones: saber entender cuáles son las ventajas de tomar un camino o el otro y poder justificar, en este caso ante una junta directiva, las acciones que llevamos a cabo como equipo. 

¿Cómo ha evolucionado la presencia comunicacional de la GHCA desde que se unió a la organización?
Por razones obvias, para mí el aspecto comunicacional de la organización es primordial: he podido identificar muchas áreas de mejora en lo que son nuestros mensajes y poco a poco eso se ha ido notando. Además, trabajamos con un equipo de marketing con el cual la comunicación es muy fluida y el hecho de “hablar el mismo idioma” creo que facilita la consecución de los resultados que buscamos. Si bien hay mucho camino por recorrer y áreas en las cuales seguir trabajando, siento que nuestras comunicaciones tienen ahora un tono más cercano, más familiar con nuestra principal audiencia: nuestros miembros. 

Tomando en cuenta su valiosa experiencia en medios de comunicación, ¿Qué habilidades desarrolló, las cuales considera esenciales o claves para sus roles actuales?
Este trabajo me ha permitido pulir aún más mis habilidades de relaciones públicas. Puede sonar irónico viniendo de una periodista cuyo trabajo implica y exige una buena dosis de relaciones públicas, saber conectar con la gente. Pero aquí he tenido que salir de mi zona de confort muchísimas ocasiones y extender esas relaciones. Entender que soy vocera no de una empresa, sino de una comunidad. Siempre he sabido conectar con diferentes audiencias y alimentar esas relaciones. 

Para mí no hay distinción de clases, razas o cargos: para mi cada persona es única y me aporta un gran valor. Por otro lado, he pulido mucho más la habilidad de poder ponerme varios sombreros a la vez, ser multitasking, buscar soluciones más allá de los lugares tradicionales y optimizar los recursos con los cuales cuento. Creo mucho en el trabajo de equipo: el mundo de la televisión, donde me formé, me enseñó que el resultado es producto de un engranaje muy preciso en donde, si llega a fallar una pieza -por más pequeña que sea-el resultado no se logra. Así que entiendo y abrazo el liderazgo compartido. 

Además, en ese mundo la presión por cumplir plazos, cumplir con entregas, es el pan de cada día, así que manejar la presión es algo que le resulta familiar, ¡aunque reconozco que me sigue costando lidiar con ella y no terminar agotada! La humildad es otra cualidad que me ha caracterizado siempre, así como la disposición a servir. Cuando hacia televisión y radio lo asumía cotidianamente como un servicio público: informar, investigar para presentarle a las personas la mayor cantidad de información que les permitiera tomar decisiones fundamentadas o permitirles expresarse a través de nuestras cámaras y micrófonos. 

En  la posición que me encuentro, ese servicio público se traduce en las capacitaciones que les brindamos no solamente a nuestros miembros sino a todos aquellos interesados en participar, la orientación para sus negocios, las oportunidades de crecer su empresa. Y la verdad que me complace saber que estoy aportando ese grano de arena. 

Mirando hacia atrás en su carrera en los medios, ¿cuáles son los logros de los que se siente más orgullosa?
Creo que mi principal satisfacción es sentir que cada experiencia, cada lugar en donde trabajé, me ayudó a ser la persona que soy hoy en día. Además, no lo veo solamente desde la perspectiva profesional, sino también personal: Globovisión fue mi casa, fue mi familia, fue el lugar donde me hice adulta y donde entablé amistades para toda la vida. Vivimos momentos muy duros, en donde, literalmente, nuestras vidas estuvieron en peligro, y superamos esas amenazas. Son vivencias comunes que nunca vamos a olvidar.

Sin darme cuenta, cuando tuve la oportunidad de entrar por la puerta grande a CNN —el anhelo de cualquier periodista— y poder demostrar la calidad de mi trabajo, caí en cuenta de la madera con la cual estaba hecha y la escuela de dónde venía. Estoy muy orgullosa de mi trabajo periodístico, de mi mística, de mi ímpetu por hacer mis reportajes cada día mejor, y de no haberme contaminado con la egolatría que, lamentablemente, es tan común en el medio: siempre he tenido los pies sobre la tierra.

Me siento orgullosa de haberme dado la oportunidad de salir de mi zona de confort sin perder la brújula y seguir dejando que esa voluntad por aprender de cada experiencia sea mi guía. Ver cómo, en tan poco tiempo y sin experiencia previa, he logrado muchos y valiosos éxitos, y amar lo que hago, con intensidad.

¿Qué consejo les daría a los jóvenes profesionales hispanos que buscan desarrollar sus habilidades en entornos altamente competitivos?
Si debo resumir, creo que son tres consejos fundamentales. El primero, sin dudas, es entender que la educación es imprescindible. Provengo de una familia en la que todos obtuvimos un título universitario, con mucho sacrificio y perseverancia. Mis padres me enseñaron que el mejor legado que podemos dejarles a nuestros hijos es la educación. Y al hablar de educarse, no meto a todos en el mismo saco, sugiriendo que todos deban seguir una carrera universitaria: pienso en oficios y también en emprendimientos.

Una de las increíbles bondades que ofrece Estados Unidos es la amplia variedad de ofertas curriculares en ambas áreas: desde carreras universitarias que en nuestros países no existen (porque en la mayoría de los casos el pensum se inclina a áreas más tradicionales como, por ejemplo, derecho, finanzas, ingeniería o medicina) y que pueden ser más atractivas o adecuadas a las necesidades del mundo actual, hasta cursos básicos de capacitación en oficios relacionados con la construcción, por ejemplo. 

También me refiero a la gama de oportunidades que brindan organizaciones sin fines de lucro a ciertos sectores de la población para que puedan convertirse en emprendedores y establecer su propio negocio como principal fuente de ingresos.

Indistintamente del camino que decidan seguir, lo importante es entender que la educación y la formación continua son nuestros mejores aliados para tener éxito profesional. Y aquí salto a mi segunda reflexión: confiar en nuestro potencial. En este caso, potenciar ese espíritu emprendedor que muchos tenemos, pero que escondemos por temor a no poder lograr nuestra independencia económica. ¡Cuántas brillantes ideas de negocio no ven la luz del día por el miedo a emprender! La eterna dicotomía entre ser empleado y disfrutar de la seguridad que brinda recibir un sueldo quincenal o ser empleador.
 
 
Matute es reconocida entre los 50 Latinos Más Influyentes de Georgia
En la reciente edición del evento "Los 50 Latinos Más Influyentes de Georgia," celebrado por la Cámara Hispana de Comercio de Georgia, Gabriela Matute Urdaneta, Directora Ejecutiva de la Asociación Hispana de la Construcción de Georgia, fue reconocida por sus notables contribuciones al sector. Este prestigioso encuentro tuvo como objetivo honrar los logros, liderazgo e impacto positivo de la comunidad hispana en el estado.

El evento reunió a más de 350 líderes cívicos, empresariales y comunitarios, destacando personalidades de diversos sectores, incluyendo el empresarial, artístico, cultural, académico y de servicios a la comunidad. Fue una plataforma para resaltar las contribuciones de los latinos en la configuración del panorama social, económico y cultural de Georgia.

Los homenajeados personificaron la excelencia, mostrando un compromiso, innovación y liderazgo excepcionales en sus respectivos campos. Este evento no solo celebró los logros individuales, sino que también reforzó la importancia de la comunidad hispana en el desarrollo y crecimiento del estado, demostrando que su influencia es fundamental para un futuro próspero y sostenible en Georgia.