La transformación digital es clave para potenciar el talento y la innovación en las empresas
Ana Martínez lidera la implementación de soluciones tecnológicas, impulsando la eficiencia operativa y el desarrollo del talento en un entorno digital.
Ana María Martínez Torres, Consultora Especialista en TI, es una profesional con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico, centrada en la implementación de ERP, CRM, BI, y RPA. Egresada en Ingeniería de Sistemas por la Universidad Tecnológica de Panamá y con una Maestría en Logística y Comercio Internacional, Martínez ha trabajado con importantes empresas en sectores como bienes raíces, construcción, y automotriz. Su enfoque ha sido la transformación digital y el uso de herramientas tecnológicas para mejorar la eficiencia operativa y la gestión del talento.
A lo largo de su carrera, Martínez ha liderado la adopción de soluciones ERP, que permiten integrar diferentes departamentos empresariales, promoviendo una cultura de colaboración e innovación. Según Martínez, estas soluciones no solo aumentan la eficiencia operativa, sino que también fomentan un ambiente en el que los empleados se sienten empoderados para mejorar continuamente. Implementar tecnologías como la automatización de procesos (RPA) ha permitido a las empresas liberar tiempo para que sus empleados se centren en tareas más estratégicas, generando resultados tangibles en términos de productividad.
Uno de los mayores desafíos en la transformación digital, según Martínez, es la adaptación del talento a las nuevas tecnologías. Es fundamental que las empresas no solo adopten soluciones tecnológicas avanzadas, sino que también inviertan en la capacitación continua de su personal. Esto garantiza una transición eficiente hacia nuevos sistemas y permite a los empleados desarrollar nuevas competencias digitales. Martínez utiliza métricas como el tiempo de ejecución y el retorno de inversión (ROI) para medir el éxito de estas implementaciones, siempre asegurándose de que las tecnologías seleccionadas estén alineadas con las necesidades y objetivos de la empresa.
Con una visión enfocada en el futuro, esta profesional cree que la clave para gestionar el talento en un entorno cada vez más digitalizado es desarrollar empleados flexibles, adaptativos y colaborativos. Las empresas deben estar preparadas para enfrentar un panorama de innovación constante, y la tecnología será el motor que impulse la transformación en las organizaciones. Martínez destaca que la selección de talento en esta era digital requerirá nuevas reglas, donde la capacidad de adaptarse al cambio será fundamental para el éxito.
Con su experiencia en consultoría e implementación de ERP, ¿qué papel considera que juegan estas herramientas tecnológicas en la atracción y retención de talento en un entorno empresarial cada vez más digitalizado? ¿Podría compartir datos o ejemplos que reflejen este impacto?
En un mundo tan cambiante, las herramientas tecnológicas facilitan la gestión y la operación de las empresas. Dado que el talento busca ubicarse en lugares donde pueda florecer, los mejores se inclinarán por aquellas empresas que estén a la vanguardia.
Desde la perspectiva de la empresa, tener un buen nicho que ofrecer permitirá seleccionar entre un amplio volumen de postulantes, por lo que también utilizará la tecnología para escoger a los más aptos para su ecosistema empresarial. Por ejemplo, el área de Capital Humano de una empresa vanguardista se apoyará en la tecnología, bases de datos, machine learning e inteligencia artificial, lo que dotará de mayores y mejores capacidades al seleccionador para atraer, precisamente, a los mejores.
La automatización de procesos mediante RPA, como UiPath, está ganando terreno en las empresas. ¿Cómo cree que esta tecnología ha influido en la innovación dentro de las organizaciones y qué resultados ha observado en términos de eficiencia y productividad?
Estas tecnologías han venido a complementar al talento humano, liberando uno de sus activos más valiosos, el tiempo. Se encargan de gestionar tareas repetitivas, para que los colaboradores se enfoquen en el desarrollo. Si bien las herramientas son en sí una innovación, si a esto le sumamos el potencial que pueden alcanzar las personas centradas en sus capacidades, el resultado que se produce será extraordinario.
Lo observado es muy evidente, desde los colaboradores que al contar con más tiempo mejoran los procesos hasta aquellos que viendo mayores y mejores resultados llegan a conclusiones mucho más abarcadoras que mejoran la gestión de toda la empresa.
Dado que usted ha trabajado en la mejora de procesos empresariales, ¿qué métricas utiliza para evaluar el éxito de la transformación digital en las empresas y cómo estas mejoras han impulsado el desarrollo del talento interno?
Se pueden utilizar un sinnúmero de métricas, pero entre las más sencillas y que reflejan un buen resultado son:
El tiempo de ejecución. qué tanto se reduce el tiempo para realizar una determinada tarea o cuantas tareas más se pueden desarrollar en un periodo determinado.
El Retorno de la Inversión: la transformación digital se traduce en ahorro de horas hombre para desarrollar el mismo trabajo. Midiendo el tiempo que conlleva realizar una determinada cantidad de procesos, una vez se ha implementado la automatización versus el tiempo que originalmente tomaba se traduce en dinero ahorrado para la organización; lo que, proyectando en un horizonte dado, nos muestra el tiempo en que se pagará la inversión en transformación.
Competencias digitales: desde el momento de la implementación hasta el de plena producción se ingresa en una curva de aprendizaje. En tanto se alcanza este nuevo hito, la productividad tendrá una merma, posteriormente irá creciendo hasta el punto de máxima efectividad. Considerando que la velocidad para alcanzar esta meta dependerá de qué tan rápido se adapte el personal, poder medir el tiempo en el que iguale y mejore la eficiencia nos da una idea de qué tan versátil es el personal y nos permitirá planificar objetivamente, nuevos desarrollos.
En cuanto a la gestión del talento, ¿de qué manera las tecnologías de información, como el ERP y la automatización, están ayudando a las empresas a desarrollar y potenciar a sus empleados?
Partiendo de la máxima de que lo único que no cambia es el cambio, los empleados están siempre expuestos a la necesidad de adaptarse o ser relegados. Las implementaciones tecnológicas del tipo sistemas complejos como los ERP permiten que las personas interactúen en primera persona con la nueva tecnología y por ende sean más flexibles y se puedan adaptar a los cambios subsiguientes que están por venir.
En este punto disponen de mucha más información, incluso en tiempo real y por ende pueden tomar decisiones más rápido y más informados, lo que a su vez permite que, ante nuevas disyuntivas, las puedan enfrentar mejor. En conclusión, moverse en línea con el cambio permite a su vez, enfrentar los nuevos desafíos propios del mismo.
La capacitación de los empleados es fundamental para una correcta adopción tecnológica. ¿Podría proporcionarnos datos o ejemplos sobre el impacto de sus capacitaciones en términos de adopción de herramientas digitales y mejoras en el rendimiento organizacional?
Las capacitaciones son vitales en el entorno de la implementación de un sistema y durante todo el proceso de acompañamiento y adopción del nuevo sistema. Debemos recordar que “el sistema es un ser vivo”, tomando en cuenta que el diseño original puede variar a través del tiempo, debido a los cambios que constantemente surgen en las organizaciones, por ende, es importante mantener un proceso de capacitación y mejora continua.
En su experiencia con la implementación de ERPs y la transformación digital, ¿qué desafíos ha identificado en la integración de estas tecnologías con las estrategias de talento de las empresas, y cómo han podido superarse?
Uno de los desafíos primarios es el idioma. La mayoría de los desarrollos de estas herramientas se produce en países que no son de habla hispana. Dado que, en nuestros países, las personas no son completamente bilingües, muchas veces el consultor queda siendo el intérprete entre la herramienta y el usuario. Es en la fase de capacitación donde primero se abordan estos aspectos.
Otro aspecto por destacar, ahora desde la perspectiva del especialista en tecnología, es que la implementación de un sistema requiere que el implementador posea fuertes habilidades en la herramienta que está implementando pero también es importante que cuente con adecuadas habilidades blandas y conocimientos en la mayoría de las disciplinas que se requieren para el correcto funcionamiento del sistema, de forma que efectivamente cumpla con las necesidades del personal, sin perder de vista el objetivo, la misión y la visión de la organización.