¿Tienes un sueño? Todos tenemos uno, y pocos hablamos de ellos. ¿Qué pasa con esos sueños que tenías cuando éramos pequeños?...  con esa gran pasión.

Normalmente esa parte de nuestra vida, no queremos recordarlo, cuando aflora en nuestro pensamiento lo escondemos en algún lugar en donde no nos duela, si es que aún no hemos ido tras él, si luchamos y abandonamos, o si renunciamos cuando enfrentamos un fracaso.

¡Pues tengo una buena noticia para ti! ahí donde estás en este momento, en esta hora, con tus circunstancias, con lo que tienes, con lo que te falta, con la edad que tienes,  con lo que sabes…ahí, justo ahí, puedes tomar la decisión de sacarlos de donde estuvieron dormidos y hacer el viaje con la misma pasión de la primera vez.

No le temas al tamaño de tus sueños, son tuyos, normalmente son grandes  para que tengas la maravillosa oportunidad de crecer con ellos; los que tienen sueños tienen esperanzas y la ilusión de ver nacer algo grande.  Cuando ya los identificamos entonces nos llega el temor, ansiedad, dudas, miedo al fracaso… es normal, queremos tener “seguridades” de que no estamos “locos”, pues acostúmbrate, saldrás del promedio, son pocos los que van tras los sueños pagando el precio, cediendo, viviendo el proceso de sacrificios hasta que por fin se logra esa esperada cosecha o realización. Todo esto pasará,  lo que sí puedo asegurarte es que siempre valdrá la pena. Verlo realizado es gratificante, pero lo es más aún, la persona en la que te convertirás en el camino hasta encontrarlo.

Debes estar seguro de que ese sueño que tienes está conectado con tu propósito, habilidades, fortalezas, dones y realización. Voy a decirte de qué debes asegurarte para que tus probabilidades de lograrlo sean buenas.

Es muy importante que cuando pienses en él no veas a otra persona tras él, que no lo hayas elegido porque te gusta el resultado de alguien al realizarlo, que sea “tuyo”, que no sea prestado. Recuerda que si te enamoras solo del resultado que alguien tiene por obtenerlo, perderás de vista el propósito y cuando enfrentes el primer obstáculo lo abandonarás, no puedes lograr un sueño que no posees.

Debes conectarlo con la pasión, las personas apasionadas corren cuando hay que caminar, vuelan cuando hay que correr, es el combustible de la voluntad. Mide tu pasión, ella te da iniciativa, vence la adversidad, se sienten obligados a seguirlo hasta el final.  Es necesario tener la pasión de tu lado, es ella la que te hará paciente hasta que llegue el resultado que esperas.

Cuando estamos trabajando para lograrlos debemos saber que vamos a separarnos de la muchedumbre, salimos del promedio. Debes saber que todo cuanto ocurra no va a estar dentro de lo que puedes controlar, te va a sacar de tu zona de comodidad, si te conduces solo por carreteras conocidas llegarás al mismo lugar que ya sabes llegar, ir tras ellos es ir por senderos nuevos, emocionantes, retadores, desconocidos, cada día es una nueva aventura.

No existe magia para lograrlos, ni son un golpe de suerte, lograrlo requiere enfoque y trabajo constante, por lo que debes tener una ruta trazada, estrategias, ponerte de pie. Comienza hoy y trázate metas, son ellas las que te acercarán a ellos cada vez más, debes tener claro dónde estás y dónde quieres llegar.

Me gustaría que pensaras en quiénes quieres que te acompañen en este viaje. Mientras más grande es tu sueño, más personas necesitarás para conectarlas a tu visión. En este momento estoy en el camino de perseguir un nuevo sueño para mí, mi sueño es grande y ya no es mío. Invite a otros a caminar conmigo y así llegaremos más lejos porque no voy sola, ellos le añaden elementos para hacerlo aún más grande y esto hace que sea más grande que yo, y más grande que el equipo, eso es lo más maravilloso que nos puede ocurrir.

No dejes que tu sueño se te vaya de las manos, no dejes que otros lo derriben, hay matadores de ellos por doquier; las personas que no han logrado los suyos les encanta hablarles a los demás de sus imposibilidades, y no es más que tratar de transferirte las de ellos. Se necesita mucho valor para hablar de tus sueños a los demás, ten cuidado a quien entregas los tuyos, cuando lo haces entregas una parte de ti muy importante y debes estar seguro de que valga la pena, que sea alguien que te apoye, te de esperanza y te aliente. Tu sueño te espera, anda, camina, corre, vuela…y no regreses hasta que lo tengas en las manos.