La Democracia: ¿Cuestionada o sobrevalorada?
La política es una variable activa en el desarrollo social del ser humano, sin embargo en América Latina es aún más determinante su presencia como actividad. La pasión que desencadenan las acciones de gobierno se decanta en cada conversación casual en un café. El triunfo de la democracia como sistema político para desplazar los regímenes autoritarios, aunado a la caída del muro de Berlín, significó el fin de una era: las dictaduras y la Guerra Fría. Han pasado casi tres décadas, ¿cree usted que podamos seguir definiendo democracia y poder como se realizaba en los años 90? Definitivamente no, estamos ante una era mucho más dinámica.
La sociedad se ha enfrentado en los últimos años a cambios profundos que se diluyen en el transitar, por lo paulatino de su impacto. El ejercicio de abstracción nos permite ver cómo las comunicaciones y la tecnología de hoy, no son las mismas de hace 10 ¡Conexión esencial para el desarrollo de un país! Hoy estrenamos Entre lo público y lo privado, espacio que servirá de tribuna a personalidades de ambos sectores, quienes expondrán sus puntos de vista sobre temas de actualidad, íntimamente relacionados con el crecimiento de la República Dominicana, como potencia en la región. años y no serán las mismas el próximo año. Esa variedad de nuevos elementos está transformando a nuestra sociedad, en una sociedad interconectada con acceso a una infinita variedad de informaciones con distintos enfoques. La innovación en la comunicación nos permite tener una interacción más horizontal con nuestros públicos objetivos, y en el peor de los casos, te la van a demandar. Se amplía el mercado y con ella, nuevas iniciativas comerciales que han movilizado a las clases sociales, pues según cifras del Banco Mundial casi un billón de personas ha salido de la pobreza extrema en los últimos 20 años.
En esta ocasión abordaremos el poder desde una óptica de lo público. Enfocado en la democracia como sistema político con capacidad de aglutinar las diferentes concepciones de gobierno y que permite la consolidación de un pacto social. Ha sido a través de este modelo que hemos visto crecer la existencia política que determina los destinos públicos. La democratización de los medios de comunicación expuesta a través de las redes sociales, ha creado una nueva generación que toma consciencia sobre su incidencia en los asuntos públicos. Estamos ante una nueva realidad a la que debemos adaptarnos.
El reto de gobernar y conquistar a una sociedad que se ha venido distanciando de las ideologías y partidos políticos, para respaldar y promover causas con las que se sientan identificadas. Por lo que evidenciamos que la ciudadanía se mueve con base a las percepciones como incentivo para movilizar su apoyo, obligando así a los políticos a adaptarse a nuevas tendencias. El impacto negativo se evidencia en los partidos tradicionales que han perdido fuerza, y otras nuevas fuerzas políticas comienzan a vislumbrarse en el panorama mundial. En la geografía podemos identificar a líderes de nuevos partidos como Macri, Macron, PPK. Incluso el caso Trump que doblegó a la dirigencia tradicional del Partido Republicano que no lo apoyó y ganó la presidencia.
Esta nueva era también abre la caja de pandora para que surjan movimientos radicales extremos, que reniegan de la democracia, acusan al incumplimiento de los gobernantes electos por las fallas de gobierno no resueltas y despierta la xenofobia. Reaparecen los sentimientos de subsistencia y sobrevivencia para aglutinar adeptos y cuestionar al sistema.
También han surgido quienes utilizan a la democracia solo como una plataforma electoral sin el respeto a los derechos humanos fundamentales, sometiendo a su población a redes clientelares, pero además a la manipulación comunicacional que se mueve por las percepciones. Se dicen demócratas por someterse a elecciones que no respetan las garantías propias del proceso, por otro lado, hay quienes abusan de la democracia como un mecanismo de decisión permanente, sometiendo a consultas electorales decisiones que corresponden a los funcionarios que fueron electos para dirigir. Debemos decir que la sobrecarga de consultas produce una apatía en los electores.
Estamos ante nuevos desafíos que cada vez más invitan a la necesaria incorporación de la ciudadanía y a las empresas en la gestión pública, sin que eso implique la pérdida de su esencia. Porque las imperfecciones de la democracia que es gobernada por hombres y mujeres, no pueden ser perfectas, considerando que la naturaleza del ser humano se basa en sus imperfecciones.
Los retos que afronta el modelo democrático es una invitación a la profesionalización de la gestión pública, teniendo como eje principal una verdadera comunicación entre el electorado y los gobiernos. Es necesario recuperar la confianza a través de elementos que conecten emocionalmente a la ciudadanía con la gestión pública. Repensar los modelos educativos para sembrar los valores democráticos, porque requerimos de ciudadanos más comprometidos en ser contralores de la gestión pública. Tenemos mejores mecanismos para hacer valer los derechos a través de la tecnología, las redes sociales son hoy una fuerza, que bien articulada, incide directa e indirectamente en las decisiones del gobierno.
Las empresas requieren de este modelo que garantice las libertades económicas, democracias estables que favorezcan un flujo de inversiones para el desarrollo del sector productivo. Acortar la brecha de clases para que el resentimiento no se apodere de las clases políticas y destruya lo construido.
Las empresas deben participar en la inversión de los asuntos públicos que garanticen efectividad en la ejecución, generar entornos amigables para su desarrollo y profundizar su mercadeo.
Por último, somos corresponsables de la búsqueda de equilibrio entre el cuestionamiento y la sobrevaloración del sistema democrático. Recae en nosotros corregir las imperfecciones del sistema, para lo cual debemos asumir el compromiso de realizar esfuerzos, estamos ante una interconectividad comunicacional en la que cualquier acción organizada que se realice significa influir en las esferas de poder.
{La democracia ¿Cuestionada o sobrevalorada?}