Un acercamiento comunitario hacia el manejo de riesgo y la recuperación económica

El 2020 fue un año de gran aprendizaje para los líderes del sector público y privado sobre la importancia de la conciencia del riesgo en todas las partes de la comunidad corporativa. Como ha sido evidente, la crisis que afecta a las empresas de igual forma afecta a sus empleados y mientras mejor preparados estén estos para enfrentar la próxima crisis, más rápida y eficiente será la recuperación.

Una cosa que se ha pasado por alto en la mayoría de los programas de seguridad implementados, es la parte en la que el empleado no está en el entorno de trabajo. Bajo el viejo paradigma, un CEO o Director de Seguridad diría: “no es mi responsabilidad protegerlos en su tiempo libre”, y tendría razón, no es tu “responsabilidad”, pero debería ser de su interés.

Es importante recordar, son las personas las que recuperan empresas, no las máquinas, y si el empleado no viene a trabajar después de una crisis, no será parte de la recuperación de la empresa. Ahora multiplique esto con 50 empleados y comenzará a ver el impacto que podría tener en la empresa.

Si la empresa no ha incorporado un plan sobre cómo gestionar la crisis “personal” del empleado, y aquí refiero fuera el entorno de su trabajo, en casa, en su plan de gestión de emergencia de la empresa, el empleado gestionará la crisis en la empresa y, al mismo tiempo, tratará de gestionar la crisis en casa. La productividad y el desempeño del empleado en esta sensible fase de recuperación para la empresa pronto disminuirán a medida que sus problemas e incertidumbres en el hogar continúen creciendo que significará que el tiempo de la recuperación de la empresa se prolongará y eso tendrá un impacto financiero para la empresa. Esto se llama “la segunda ola” de la crisis. El que no ve venir porque está muy ocupado manejando la crisis inicial.

Es por esto que diseñamos el Programa de Resiliencia de la Comunidad Corporativa (CCRP por sus siglas en inglés) que es el primero de su tipo en la región. El CCRP es una colaboración entre el sector público y sector privado con su enfoque principal en los recursos más valiosos de la empresa: su gente, sus empleados. Además, es la plataforma para cualquier programa de continuidad de negocio y planes de recuperación, ya que son las personas las que recuperan empresas, no máquinas.

El Programa de Resiliencia Comunitaria Corporativa proporciona un marco para que las organizaciones con la alianza de instituciones públicas y privadas, incluyendo el COE, Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, SGN, ONAMET, PNUD, entre otras, apoyen a sus comunidades para aumentar la resiliencia de la organización. Con una mejor preparación para mitigar, proteger, responder y recuperarse de los peligros antropogénicos y naturales, la disminución de las incertidumbres puede garantizar una respuesta rápida, la continuidad y la recuperación de un desastre.

Este cambio de paradigma hacia un acercamiento preventivo a la resiliencia corporativa enfocada en su comunidad será la clave para la recuperación de la economía a un nivel micro y macro, y permitirá a las empresas cumplir con su responsabilidad social en estos tiempos tan retantes y de la misma manera, garantizar su recuperación y continuidad de negocios.

Sin un enfoque en la preparación y el bienestar de la comunidad, la recuperación de la economía puede agudizar las realidades sociales y políticas aún más; haciendo que la solución sea peor que el problema. Una comunidad bien preparada para mitigar las crisis actuales y futuras es la clave para un estado de bienestar para todos los dominicanos.

Un acercamiento comunitario hacia el manejo de riesgo y la recuperación económica

Venciendo al COVID-19