El Conocimiento: La nueva moneda en la industria 4.0

Cuando hablamos del conocimiento, como moneda de la nueva revolución industrial 4.0, nos referimos a que será el elemento que otorgará valor a los colaboradores de las nuevas empresas digitales.

El modelo de industria 4.0 o manufactura inteligente, significa la inclusión de tecnologías digitales a los procesos de fabricación. Es lo que se define como la transformación digital de las empresas y donde el recurso humano que quiera coexistir en este nuevo entorno de inteligencia artificial debe adquirir los nuevos conocimientos que esta transformación exige.  En ese sentido, se requiere un cambio de mentalidad importante, resiliencia, flexibilidad y manejo del cambio serán los elementos claves para afrontar estos cambios bruscos que resultarán en la alternación absoluta de las estructuras ya establecidas para ser sustituidas por otras distintas.

El mercado ha cambiado, la forma de hacer negocios también y los clientes han migrado hacia estilos de vida misántropos e impersonales. Esto ha provocado que las empresas utilicen nuevos canales adaptados a estos nuevos consumidores. El e-commerce ha sido uno de los éxitos de este nuevo ecosistema donde el ciberespacio ha eliminado las barreras y la distancia es definida por la velocidad de la interconexión.

¿Ante este nuevo escenario, como prepararnos? ¿Que necesitamos? ¿Como sobrevivir profesionalmente?

Desde el punto de vista empresarial, el gran reto radica en la adopción de nuevos esquemas de negocios. Ya no basta con ofrecer un producto, se trata de aumentar la propuesta de valor apoyándose en los avances tecnológicos. El cliente no solo se interesa en el producto sino también en un servicio que se lo customice, acerque o le asesore sobre su uso. Entrar en su necesidad no solo a través del producto sino también de su relación con el mismo.  Hablamos de probadores virtuales de ropa como Visualook o Fitle que permite al cliente probarse la ropa en una recreación 3D y además propone asesoramiento en las compras, sugiere lo que le queda mejor, teniendo en cuenta un estilo basado en compras anteriores.  

En el ámbito profesional de esta nueva sociedad se anticipa un mercado laboral que demanda empleados con “conocimientos” capaces de liderar el proceso de transformación digital dentro de las organizaciones y el cambio que supondrá adaptarse y trabajar en los nuevos entornos conectados. En los próximos cinco años, la industria digital va a desvincular 7 millones de profesiones “tradicionales” en los países más avanzados del mundo, y solo se van a generar 2 millones de puestos nuevos. Las áreas que más empleo generarán son la computación, la arquitectura y la matemática. Según el Foro de Davos, los gobiernos deben promover la formación de estos profesionales si no quieren verse con un serio problema de desempleo y desigualdad (fuente globalalumni).

Con el avance de la tecnología se transformaron las profesiones y surge la necesidad de nuevas competencias adaptadas a las nuevas profesiones digitalizadas. Ahora la industria 4.0 esta demandando habilidades blandas o “soft skills” como la inteligencia emocional y habilidades sociales que hagan a un recurso adaptable a los rápidos cambios organizaciones y retos del mundo globalizado. Se requiere además competencias digitales como inteligencia artificial y robótica, que ya están liderando muchas áreas productivas como la medicina, ingeniería, arquitectura y logística. Por otra parte, para sobrevivir en este nuevo universo, necesitamos humanos con actitud de aprendizaje continuo, ya que la velocidad con la que cambia la tecnología hace rápidamente obsoleto el conocimiento.

Sino queremos ser sustituidos por las maquinas, como en la primera revolución industrial de 1760, donde los obreros fueron en gran medida reemplazados por la mecanización de la producción, debemos prepararnos a nivel intelectual para liderar la digitalización de la producción, que cambia radicalmente las reglas del juego y requiere de profesionales informados, conectados, agiles y flexibles capaces de sobrevivir en entornos inteligentes conectados a una red.

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Giselle Rodríguez