Estos son los 5 platillos latinoamericanos que conquistaron Estados Unidos: ¿Cuál es el mejor?
Sin duda la gastronomía latinoamericana es muy popular en este país, pues esta región y cada país tiene comida o platillos representativos únicos.
¿Cómo llegó la comida latinoamericana a Estados Unidos?
Una palabra simple y compleja a la vez puede explicar este fenómeno: migración. Y no solo en las últimas tres décadas, sino a lo largo de la historia.
Por ejemplo, según Jeffrey M. Pilcher, en un artículo titulado Las raíces latinas de la comida estadounidense, que se recoge en un texto más amplio sobre las influencias externas que ha recibido Estados Unidos, hacia 1909 un molinero de maíz llamado José Bartolomé Martínez patentó la fórmula de lo que hoy son las tortillas de maíz.
Los puertorriqueños también influyeron en la gastronomía estadounidense "estimulando el comercio e industria alimentaria en la ciudad de Nueva York", escribe Pilcher. A finales del siglo antepasado, con los puertorriqueños recibiendo la ciudadanía estadounidense, se potenció la migración y muchos llegaban, tras prestar servicio militar, y eran recibidos con platos como "el arroz con gandules verdes, buñuelos de bacalao y el mofongo con tostones".
Entre tanto, México, vecino de Estados Unidos, ha hecho un gran aporte a la comida estadounidense.
Según escribe Pilcher, un comerciante mexicano tuvo mucho éxito por "franquiciar el exotismo étnico y dar oportunidad a los consumidores angloamericanos de probar la comida mexicana". Según ese artículo, un inmigrante mexicano llamado Juvencio Maldonado —que trabajó entre 1930 y 1960 en un restaurante en Nueva York llamado Xochitl— patentó "la cubierta original del taco".
Y más migración trajo consigo la comida latinoamericana a mediados del siglo pasado: la Revolución cubana, las dictaduras en el cono sur, en los años 70, y las guerras civiles centroamericanas de los 80 "introdujeron nuevos tipos de cocina para restaurantes a la vez que las empresas procesadoras de comida latinoamericana comenzaron a abrirse espacio en mercados domésticos", escribió Pilcher.
Ahora, la influencia de los hispanos ha crecido tanto en los últimos años que su población en EE.UU. se ha duplicado en las últimas décadas. Según cifras del Pew Research Center, la población de hispanos en EE.UU. pasó de poco más de 35 millones de personas, en el año 2000, a casi 59 millones, en 2017.
Para 2019, los latinos representaban el 18% de la población total en Estados Unidos, según esa organización.
Los infaltables platos latinoamericanos en EE.UU.
Seguramente nos faltarán muchos platos para nombrar aquí, pero tenemos una lista de algunas de las comidas latinas más populares en Estados Unidos, que puedes encontrar casi que en cualquier esquina.
¡Tacos, tacos, tacos!
Según el listado "Top 100 MOST POPULAR DISHES in the world" de TasteAtlas, que fue actualizado en abril de 2021, los tacos son la comida latinoamericana más popular del mundo.
"Los tacos son el plato nacional de México, y se remontan a las minas de plata mexicanas del siglo XVIII cuando la palabra taco se refería a la pólvora que se envolvía en un trozo de papel y se introducía en las rocas. Se utilizaba para extraer el preciado mineral de las minas y se llamaban tacos de minero. Hoy en día, la palabra es ampliamente conocida para designar la principal comida callejera y rápida de México: tortillas [...] con numerosos rellenos, dobladas y que se pueden comer sin ningún utensilio", explica Taste Atlas.
Y pegado a esto, están las tortillas, que se usan para los tacos y los nachos y, según este ranking de comida popular, se ubican en el lugar nueve mundial y dos de Latinoamérica.
La comida mexicana es muy popular en Estados Unidos, pues además de los tacos y las tortillas, también están el guacamole, los burritos, las quesadillas y los tamales mexicanos, entre otros.
Tacos
Ceviche
"El ceviche es el plato nacional de Perú, que consiste en rodajas de pescado o marisco crudo que se condimentan con sal, cebolla y chiles, y luego se marinan en jugo de limón. Debido a la acidez del jugo, la textura del pescado cambia, al igual que su color: de rosa a blanco", describe TasteAtlas.
El platillo de Perú, según los votantes en el sitio web, se colocó en el número 58 de los 100 más populares en el mundo. En la región, es el número ocho.
Porciones de ceviche peruano.
Churrasco
Según TasteAtlas, el churrasco "es un método de barbacoa brasileño en el que se colocan jugosos trozos, rodajas, filetes y chuletas de ternera, cordero, cerdo y pollo en grandes brochetas y se asan sobre fuego de leña". Pero ojo, no solo hay churrasco brasileño. Los argentinos y uruguayos también reclamarán su cuota en los asados y en el gusto por las parrillas, cada uno a su manera.
Preparación de churrasco en Brasil.
Arepas
¿Venezolanas? ¿Colombianas? ¡Qué importa! Las arepas son arepas aquí, allá y en Estados Unidos. Se trata de un pan hecho a base de maíz o harina de maíz precocida que también se consumen en varios países como Colombia, Venezuela, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana.
Este es un tema delicado para los venezolanos y los colombianos. Aunque hay mucha discusión sobre dónde realmente nació la arepa, si sabemos que el récord mundial de la arepa más grande lo tiene precisamente Venezuela. El 23 de marzo de 2011, la marca Harina P.A.N. de Empresas Polar, cocinó la arepa más grande del mundo. Pesó 493,2 kilogramos y alimentó a 2.800 personas.
Y en Atlanta, por ejemplo, encontramos una famosa arepería que se llama "Arepa Mía", un restaurante de la venezolana Lis Hernández, quien de niña –junto a su mamá– vendía arepas en una famosa plaza en Petare, uno de los mayores barrios al este de Caracas. Hernández abandonó su país en la década de los noventa y en 2011 abrió su restaurante en Atlanta.
Empanadas
Aunque tienen su origen en Galicia, España, según TasteAtlas, las empanadas tienen su propia versión colombiana, argentina, venezolana, boliviana, chilenas, mexicanas... cada país le ha puesto a este delicioso plato un toque propio y es otra de las comidas que han conquistado Estados Unidos.
Pueden consumirse como un tentempié, pero también pueden bien ser un plato principal para algunas personas trabajadoras ya que les "proporcionan energía y nutrientes que necesitan para un día de duro trabajo", dice TasteAtlas.
Y qué tal acompañadas con picante... o guacamole, o salsa de tomate o mayonesa... las combinaciones son infinitas.
Sabemos que muchos platillos latinoamericanos quedaron por fuera, pero la selección sería infinita.
La inmigración ha influenciado la gastronomía local.
"La inmigración más reciente ha introducido una variedad más amplia de recetas de todas partes de Latinoamérica", agrega Jeffrey M. Pilcher, en su artículo.
Y México, vecino de Estados Unidos, fue uno de los pioneros en llevar comida local al país vecino, según Pilcher, que describe cómo en un principio se usó el término "tex-mex" para etiquetar las comidas no auténticas estadounidenses, sino más bien propio del estilo culinario de los mexicanos residentes en Texas, platos como las tortillas de trigo y la carne asada fueron referentes iniciales de la comida mexicana.
Pero, agrega, hacia la década de los 90, "la comida mexicana se erigió en uno de los tres tipos de restaurantes étnicos más populares, y la salsa (una pasta picante con base de tomate) superó al kétchup como condimento más vendido en EE.UU.".
"La cocina es uno de los primeros marcadores étnicos en ser absorbidos por las comunidades locales", dijeron Cristiana Díaz y Peter Ore, investigadores de la Escuela de Sociología en la Escuela de Ciencias Sociales y de Comportamiento de la Universidad de Arizona, que publicaron un estudio sobre la influencia de la comida hispana y asiática en Estados Unidos.
Según ellos, hay una "fuerte evidencia que las poblaciones asiáticas e hispanas son importantes contribuyentes en la cultura culinaria local". Y pueden transformar a la población local.
"Interpretamos esto como una evidencia de que las poblaciones étnicas pueden transformar gustos, demandas y oportunidades para aquellos que no están dentro de la comunidad étinica", dijo Díaz.
"Estamos tratando de cambiar el enfoque para demostrar que el tejido de la cultura estadounidense puede transformarse como resultado de la inmigración", agregó.