El Parlamento Europeo ha aprobado una normativa que obliga a los fabricantes de dispositivos electrónicos que se mercadean en la Unión Europea utilicen para la cargar los mismos el puerto USB-C.

Esta normativa aprobada tiene un periodo de gracia para los fabricantes de dispositivos electrónicos de dos años. Esto quiere decir que los fabricantes no deben comenzar desde ya a vender todos sus dispositivos obligatoriamente con el puerto USB-C. Lo que permite a los fabricantes adaptarse a dicha norma.

La razón por la que el Parlamento Europeo establece el puerto USB-C como único para la recarga de móviles tiene que ver con el cuidado del medio ambiente, al calcularse que cada año se depositan en la basura más de 10 mil toneladas de cargadores y otros dispositivos. 

El cargador único reduciría los residuos electrónicos al permitir que pueda usar en distintos dispositivos al mismo tiempo.