Atlanta Hawks se complicó la vida en la recta final del partido, pero mantuvo el control de la situación para terminar ganando 104-95 a unos Sixers en horas bajas que siguen sin James Harden. Trae Young y Clint Capela comandaron el triunfo.

El equipo local se marchó en el tercer cuarto hasta concluirlo con 14 puntos de ventaja (80-66) y jugándose ya el último cuarto, a 8 minutos del final, alcanzó su mayor vuelo al ponerse 20 puntos arriba (94-74).

Todo parecía totalmente decidido, pero un exceso de confianza de Hawks, una relajación adquirida antes de tiempo, hizo que Sixers remontara de 20 puntos de desventaja a solo 6 (100-94) a 2:02 del final, con el infrautilizado Montrezl Harrell como principal motor en la remontada. No llegó la sangre al río y Atlanta se impuso, para situarse ya con 8-4.

No levantan el vuelo estos Sixers de Doc Rivers, que andan con un pobre 5-7 y sin que se vea que tengan capacidad, por el momento, de revertir la situación.

El quinteto inicial llevó el peso del juego en Atlanta Hawks, con Trae Young firmando 26 puntos y 7 asistencias, pero con sombras, con un 7 de 21 en el tiro y 6 pérdidas de balón. Mientras, Clint Capela se marcó otro gran partido con 18 puntos y 20 rebotes.

De'Andre Hunter metió 14 puntos, brilló en la segunda unidad Onyeka Okongwu, y el All-Star Dejounte Murray anduvo gris, muy por debajo de su rendimiento habitual.

No fue un partido agradecido para la vista. Sixers estuvo en un 38,6% en el tiro de campo, ambos equipos lanzaron mal de 3 y perdieron muchos balones, y Philadelphia deambula en este inicio de curso con más pena que gloria.

Demasiado solo Joel Embiid en ataque. El camerunés perdió 7 balones, sí, pero también hay que decir que fue el único de su equipo que encaró el aro con ambición, terminando con 26 puntos y 13 rebotes.

Tyrese Maxey sumó 15 puntos con un pobre 5 de 17 en el disparo y Tobias Harris se fue a 12 puntos y 5 robos con un 5 de 15.

Esta vez Georges Niang no tuvo bien equilibrado el punto de mira desde el triple, mientras que Harrell hizo 8 puntos y 2 rebotes en un abrir y cerrar de ojos cuando su equipo remontó, pero siguió sin casi pisar la pista por decisión técnica de Doc Rivers.