Leyendo el reporte “Hacia un futuro sostenible, inclusivo y en crecimiento: el papel de las empresas” de la firma consultora Mckinsey & Company, vi que resaltaban lo siguiente: “Las elecciones durante esta década determinarán si el mundo logra el objetivo de un crecimiento sostenible e inclusivo para 2050”.

Me pareció tan auténtica la comparación que realizaron sobre lo que hoy implica la sostenibilidad e inclusión, la expectativa de desarrollo para esta década, y lo que luego de 2030 será tema como forma de resultados. Entre ellos destacan que durante la década actual, el mundo puede adoptar una forma de crecimiento como es elevar los hogares más vulnerables hacia a suficiencia económica y la resiliencia. Además, transformar la energía del planeta y el sistema de uso de la tierra.

Lo que para 2030 se espera, que cada hogar esté operando de manera más natural a niveles económicos y a nivel de inclusión los sistemas de uso de tierra y ahorro de energía habrán aumentado rápidamente, para 2050 se traduce a un avance aún más grande: en temas de inclusión, una generación global de personas estará plenamente empoderada para alcanzar su potencial. En cuanto a sostenibilidad, las emisiones cero serían real.

Como proyecto de vida, es lo mismo. De manera singular y como colectivo, las elecciones de hoy, las de esta década con miras hacia 2030 serán claves para nuevas formas de vida y resiliencia. ¿Cómo de manera individual podemos embarcarnos en esta meta como si fuéramos cada uno una empresa particular?