Al hablar de la sostenibilidad generalmente se piensa en el sector público , solo desde su rol de rector y ejecutor de políticas públicas, normativas, programas, planes y proyectos de cara al ciudadano, es decir esencialmente hacia afuera, dejando de lado que todo debe iniciar desde adentro.

Estamos hablando que si todas las instituciones deben realizar una planificación que se enfoque en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debería entenderse que incluye la propia cultura organizacional, las formas de gestión, procedimientos, aplicación de normas e iniciativas de empoderamiento a los colaboradores para que estén sensibilizados y desde el cumplimiento de sus funciones aporten a estos objetivos.

Es que a veces se cree que el impacto solo es posible si son grandes acciones e implican muchas personas, y eso no es así. Se trata de todos los esfuerzos posibles desde el más mínimo, para lograr un mayor desarrollo sostenible.

Comparto algunos puntos que considero podrían servir para impulsar gestiones dentro de las instituciones públicas desde la sostenibilidad.

• Evangelizar al personal: es determinante la capacitación, sensibilización y empoderamiento del personal de todos los niveles en temas de sostenibilidad y la importancia de verse como actores claves para su cumplimiento, primero como ciudadanos, segundo como servidores públicos y tercero como corresponsables de este propósito.
• Establecer procesos y procedimientos que evidencien un aporte al cumplimiento de los ODS: no se trata de “inventar lo que todavía no existe”, es de ajustar todo lo que pueda guiarnos hacia nuevos niveles de conciencia, prácticas, cultura y resultados que aporten a una verdadera sostenibilidad en las instituciones.

Un ejemplo es el tema de reducir los documentos físicos, estableciendo el uso de sistemas totalmente digitales, que faciliten la automatización y reduzcan al mínimo el uso de papel.

• Diseñar el implementar programas y proyectos internos y externos: según la naturaleza y más allá de las funciones de la institución, hay temas que podrían desarrollarse como iniciativas dentro de la misma y en comunidades de las zonas aledañas. Es decir que, además de su rol inneherente, puede desplegar esfuerzos en temas específicos que se conviertan en compromisos que generen valor público e impacten en los ODS.

Por ejemplo, para el ODS 3, referente a “salud y bienestar”, puede desarrollar proyectos de prevención de enfermedades, operativos médicos para los colaboradores y sus familias, jornadas de vacunación, jornadas cardiovasculares, entre otros. Es poder generar resultados cuantitativos y cualitativos, que cambien formas de pensa y conduzcan a nuevos comportamientos.

• Crear un voluntariado: estos proyectos generan capital social y facilitan poder impulsar modelos positivos, que inspiren y sirvan de ejemplo de practicas positivas. Además, genera redes, facilita el involucramiento y la unión de esfuerzos y capacidades en favor causas específicas. Se convierten en influyentes a través de su propio pensamiento y acciones frente al desarrollo sostenible, aportan a la institución, a sus familias, a los ambientes en los que se desenvuelven y al país.

Estas son solo algunas ideas de referencia, existen muy buenos ejemplos de iniciativas que desarrollan instituciones públicas que han logrado significativos resultados, y que merecen ser promovidad y replicadas. Hay que reconocer que una buena práctica es que los Planes Estratégicos Institucionales estén alineados a los ODS y a la Estrategia Nacional de Desarrollo, este es un primer gran paso.

Es importante recordar, que las alianzas son un mecanismo necesario para avanzar en este sentido, trabajar entre instituciones, con el sector privado, con la academia, los organismos de cooperación y la sociedad civil, siempre será una vía idonea para tener un accionar más efectivo y que conduzca al objetivo principal, que es la sostenibilidad, “satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer a las necesidades de las generaciones futuras, al mismo tiempo que se garantiza un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social”.