DIME QUÉ CAFÉ TOMAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
Así como existe la astrología, me he dado cuenta de que también podría existir la “cafeinología”, que vendría a ser el estudio de cómo el tipo de café que usted tome, podría definir su forma de ser. Mire:
Café instantáneo: estos seres se autoengañan pues, así como creen tomar café, creen que el dinero de la tarjeta de crédito es de ellos, creen que las Crocs son zapatos y creen que un sándwich de atún es almuerzo. Aunque dichos seres terminan siendo los más felices porque a la hora de lavar platos, eso sí es instantáneo.
Café americano: son personas promedio a quienes les dan miedo los extremos. Por ello, creer que un café americano los despertará, es como pretender emborracharse a punta de cervezas. Para eso necesitarían tener una vía intravenosa de café americano pegada al brazo todo el día. De hecho, estas personas son tan promedio, que vienen a ser la úvula de la campana de Gauss (para entender este chiste promedio mejor tómese un café americano promedio con un estadístico promedio).
Expreso: son personas adictas al trabajo. Si no, procrastinadoras que deben entregar un trabajo en pocas horas, tienen sueño y no quieren perder ese cliente. Así mismo, son personas con baja autoestima cuya única forma de despertar la admiración de otros, es pidiendo un café expreso doble para que todos volteen y digan “¡Cara’!… ¡Tú sí eres valiente!”. Y dicha valentía se comprueba cuando terminan en el odontólogo, quitándose las manchas de café, con ese taladrito cuyo sonido es casi tan desagradable, como cuando pasas la tarjeta y escuchas que te dicen: “Disculpe, fondos insuficientes”.
Café con leche o latte: son personas agobiadas por su entorno que buscan desaparecer en el baño por veinte minutos. Así mismo, este tipo de café denota que son eclécticos porque les gusta el café, pero no tanto. Así como les gusta la leche, pero no tanto. Entonces combinan ambas, como quien combina un paltó con bermuda y dice que eso es tener estilo. Si esta persona trabajase en la política (¿eso es trabajo?), sería de esos que siempre consigue un cargo no importa si el gobierno es de izquierda o de derecha.
Capuchino: no toleran la cruda realidad. Les gusta que se la adornen y amortigüen con espumita. Así mismo, son derrochadores y complicados, pues tomar capuchino es mancharse los labios para luego tener que gastar en una servilleta limpiándose la boca. Ahora, que si toman capuchino y le echan azúcar son el doble de complicados; pues eso requiere de una precisión quirúrgica para mezclar el azúcar con el café sin dañar la espumita que flota encima. Para eso, es mejor tomárselo como hacía Mr. Bean: echarse azúcar en la boca, meterse un sorbo de capuchino, hacer buches y después tragárselo.
Mocachino: son personas prácticas. En vez de pedir un postre de chocolate y un café, piden todo junto. Sin embargo, son las personas que luego se dan duros golpes con la realidad, porque buscan una pareja que tenga todas las virtudes juntas, como su café. Por ello, la buscan físicamente bonita, comprensiva, adinerada, que piense como ellos y, cuando se dan cuenta de que la encontraron, es porque se están viendo en el espejo.
Smoothie de café: son los eternos adolescentes. Les gusta el café, pero como beberlo caliente es de viejos, entonces lo beben frío para sentir que aún son jóvenes. Además, son personas callejeras y astutas, pues beber un buen smoothie de café es algo que a juro debes comprar afuera. Entonces, por el precio de un smoothie de café, convierten la cafetería en su espacio de coworking, porque se llevan la laptop y trabajan en su emprendimiento de trading mientras se toman selfies (y al final les terminan dando más dinero los selfies que el trading). Lamentablemente, la jornada de trabajo les dura hasta que se derrite el hielo del smoothie.
Café descafeinado con leche de almendras baja en grasa, sin lactosa y endulzante bajo en calorías que no esté muy caliente, pero tampoco muy frío y que venga servido en taza de vidrio y con cucharilla de metal: estos son terraplanistas.
Aquí las clasificaciones de personalidad según la nueva “cafeinología”. Que si aún no decide cuál es su tipo porque se está preguntando si el café fue hecho en greca, prensa francesa, pod, ollita o máquina de expreso; es porque usted está buscando el ascendente de su signo. Y para eso sí es verdad que toca leerle la borra del café o bueno, escribir otro artículo.