Willis vive a pocas millas del Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta y dice que el ruido es constante.

"Parece que un avión está aterrizando en mi sala de estar", dijo.

Durante una breve entrevista, avión tras avión se alinearon para aterrizar.

"Es muy ruidoso e incluso si te relajas en tu casa y solo quieres paz y tranquilidad, no puedes tenerla", dijo Willis.

Para tratar de cambiar eso, la FAA ha otorgado $19 millones a universidades de todo el país para buscar formas de reducir el ruido de los aviones. Georgia Tech recibió casi $1.5 millones para varios proyectos diferentes.

"Estamos haciendo muchos estudios con respecto a las nuevas tecnologías y cómo las nuevas tecnologías pueden afectar a los aviones", dijo Dimitri Mavris, profesor de la Escuela de Ingeniería Aeroespacial Daniel Guggenheim de Georgia Tech.

Una de las cosas que están analizando es cambiar la ubicación de los motores. Mavris dice que los motores más grandes significan menos ruido, pero no hay mucho espacio debajo del ala. Entonces, los investigadores están buscando montarlos en la parte superior. 

"Si están montados en la parte superior, también usa el ala para proteger el ruido del ventilador y otras fuentes a medida que se propagan al suelo", dijo. "Entonces, rebotan y saltan a la atmósfera".

Si bien los avances tecnológicos están a años de distancia, Willis dice que las inversiones en investigación como esta son importantes para ella. 

“Si no van a cambiar la ruta, pueden hacer que los aviones sean menos ruidosos aquí y la gente puede dormir un poco aquí”, dijo.

Mavris dice que una investigación como esta llevará años antes de que pueda convertirse en una realidad porque la seguridad es la principal preocupación y nadie quiere meterse con diseños que ya funcionan bien