El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, ha impuesto nuevos aranceles a importaciones procedentes de China como una forma de proteger los empleos y la economía de su país, toda vez que la actual adminsitración de la Casa Blanca ha considerado  que el gigante asiático ha incurrido en prácticas comerciales desleales en materia de transferencia tecnológica, propiedad intelectual e innovación. En la lista de productos gravados están las grúas portuarias, entre ellas, las Ship to Shore que tendrían un impuesto adicional de 25%.

Estados Unidos ha planteado que China ha actuado de una forma injusta y desleal al proveer al mundo de una serie de productos a precios que considera “artificialmente bajos”. Muchas de estas manufacturas son consideradas por el país norteamericano como copias de calidad inferior que, además, vulneran principios de propiedad intelectual e industrial, lo cual -incluso- ha sido catalogado como “robo” por parte de los asesores económicos de la Casa Blanca.

El aumento de aranceles se sustenta en la sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 que afectará a 18 mil millones de dólares en importaciones procedentes de China.

De esta manera, las grúas portuarias del tipo STS pasarán de pagar arancel 0 a uno de 25% este año. Los automóviles eléctricos producidos en China tendrán un incremento de 25% al 100% en 2024, mientras que productos como el acero y el aluminio también llegarán al 25%.

“Los trabajadores estadounidenses pueden trabajar y competir mejor que cualquiera siempre que la competencia sea justa. Pero durante demasiado tiempo no ha sido justo. Durante años, el gobierno chino ha invertido dinero estatal en empresas chinas… no es competencia, es trampa”, afirmó Joe Biden.

Otras importaciones como los chips y células solares tendrán incrementos en sus tasas arancelarias de 50% en 2025.