Rescatar el toque humano al liderar personas

Las empresas no producen sus beneficios automáticamente.  Necesitan de personas y/o colaboradores que hagan cada objetivo o sueño una realidad.   Pero si es a través de las personas que se consigue el objetivo ¿por qué no cuidarles mejor?

 

En el mundo empresarial de hoy, el desafío consiste en conjugar los negocios con la ética, la rentabilidad con el bienestar de los colaboradores, el compromiso social hacia afuera con la fidelidad hacia los que pertenecen a la empresa y sus familias. Esto, y algunas otras cosas, refuerzan la congruencia entre lo que se dice de cara al mercado y lo que se hace a lo interno, y contribuye al desarrollo sostenible de los negocios en base a la credibilidad interna y externa.

En la actualidad, las retribuciones económicas y el éxito profesional ya no alcanzan para que una persona sea feliz y se sienta plena.  Por otro lado, estudios demuestran que una persona feliz logra los objetivos propuestos para el área en la que labora. Este es el nuevo reto del liderazgo empresarial, que los líderes religiosos y comunitarios ya aplican desde hace mucho tiempo.

 

                                                                          

GENTE FELIZ = GENTE PRODUCTIVA = LOGRO DE OBJETIVOS = EMPRESA RENTABLE Y SOSTENIBLE

 

Rescatar el toque humano al liderar personas es empezar a mirar a los colaboradores tal y como son: seres humanos únicos, con dificultades, sentimientos, problemas, enfermedades, etc.  Se trata de cambiar la percepción de que nuestros colaboradores son recursos fácilmente intercambiables y sustituibles. 

 

Para eso, los líderes actuales (principales responsables de la cultura organizacional) deben estar preparados para  proveer a sus colaboradores desarrollo, confianza y apoyo no sólo profesional, sino personal.

 

Si queremos gente feliz y productiva que contribuya significativamente a la rentabilidad y el crecimiento de largo plazo, entonces debemos encontrar el equilibrio entre la vida laboral y personal.  Tenemos que provocar un cambio integral en nuestra manera de liderar personas y volcar la responsabilidad social de nuestras empresas hacia dentro, haciendo la diferencia empezando por la casa.

 

Por esto es importante que el área de Gestión Humana materialice dentro de la cultura organizacional estrategias que aporten valor a los colaboradores, como persona y como profesional promoviendo actividades y programas tales como:

 

  1. Voluntariados.
  2. Programas sociales para necesidades personales de los colaboradores.
  3. Programas de salud.
  4. Programas de educación social (Finanzas personales, programas de lactancia materna, etc.)

 

Gente feliz integralmente es gente comprometida que hará que la organización crezca sosteniblemente.