Mayrelin García: Dominicana El sector Industrial más grande de Las Antillas
República Dominicana es el país con mayor desarrollo industrial del Caribe, con diversidad de actividades productivas en categorías de alto reconocimiento internacional como la cerveza, el ron, el tabaco, azúcar, harina, además de la industria textil, pieles (calzados, carteras, correas y otros accesorios), fertilizantes, pinturas, cemento y otros materiales de construcción, así como también industrias de papel, plástico, materiales médicos y otras categorías que si bien son importantes, tienen menor participación o presencia en el conglomerado de fábricas locales. Ah, no olvidemos la minería.
El sector industrial representa aproximadamente el 25% de la economía dominicana (sumando todos los renglones considerados industriales); sin embargo, debemos seguir conscientes de que aún nos falta mucho camino por recorrer; enfrentamos una competencia que puede estar en cualquier región del mundo. Es imperante continuar desarrollando personal capacitado, condiciones de trabajo adecuadas, invertir en tecnología, en investigación, en innovación, apostar a producir minimizando el impacto negativo en el medio ambiente, aprovechar lo nuestro, nuestra gente, nuestros recursos.
Continuar implementando incentivos al desarrollo de la industria, apostar cada vez más a la integración del sector, el incentivo al consumo interno y el apoyo a la exportación, velando por la calidad cumpliendo parámetros regulados que permitan la excelente valoración de lo ¨Hecho en RD¨ en otros mercados.
Seguimos arrastrando desafíos, nuestro deficiente sistema eléctrico, altos costos de combustible, sistemas de producción obsoletos en algunos renglones, centralización gerencial, poca apertura al cambio en muchas de nuestras grandes empresas familiares que no permiten el desarrollo y expansión a gran escala, la politización de decisiones, la dependencia del estado, la corrupción pública y privada, leyes y marcos de acción que no necesariamente se cumplen, tan sólo mencionando algunos de los factores que inciden en que no nos impulsemos más. Si bien nuestra posición en la región es positiva, hemos de tomar decisiones firmes y estables que no nos dejen rezagados y dormidos frente a competidores que sí están trabajando hacia la modernización y eficiencia de sus industrias y que pueden afectar nuestra participación en el mercado internacional o traer al nuestro, una producción más barata que la local, como ya ha sucedido en varios renglones luego de tanta apertura al libre comercio.
No descuidemos nuestros esfuerzos como país, tanto desde el sector público como del privado, en el fomento a la industria y su transformación, que nuestro atractivo para los inversionistas extranjeros que participan en este renglón no sea la mano de obra barata y la apertura del estado. Debemos apostar al desarrollo de una política industrial, a no permitir que se desacelere su crecimiento, este sector es el segundo empleador de tantos dominicanos y dominicanas, y como país contamos con recursos que explotar y mostrar al mundo con dignidad y calidad, si nos lo proponemos. Sigamos creando marca país, potenciemos nuestras empresas, articulemos y trabajemos con mayor ahínco en el logro de los objetivos de la Estrategia Nacional de Desarrollo en sintonía con el sector industrial. ¡Tenemos muy grandes retos y mayores oportunidades!