Circe Almánzar Melgen: "Visión Femenina junto a la masculina agregan valor a las empresas"

Para la Vicepresidenta Ejecutiva de la agrupación industrial más grande e importante de la República Dominicana, la equidad de género es una tendencia global y las empresas que la impulsan son más competitivas. Sin embargo, Circe Almánzar piensa que existen factores de la cultura organizacional que limitan a las mujeres en sus posibilidades de posicionarse como líderes.

La ejecutiva representante de la AIRD, aspira a que el sexo no sea determinante para el desarrollo profesional y laboral, sino las competencias, haciendo referencia a que las organizaciones no asuman solo como responsabilidad social el colocar a mujeres en posiciones de liderazgo, sino que lo hagan parte de su cultura.

“En la AIRD he trabajado con cinco presidentes: tres hombres y dos mujeres. Todos son líderes extraordinarios, no por su sexo, sino por sus experiencias.”

Entiende que la equidad impulsa la igualdad de oportunidades en la organización, cree con vehemencia en que la visión femenina junto a la masculina, agregan valor a las empresas y generan un círculo virtuoso. “Las competencias y las visiones de ambos géneros son importantes, pues la sensibilidad y forma de actuar de uno y otro se complementan y enriquecen a la organización.”

Al reflexionar sobre la realidad local, piensa que el país aún no está preparado para el fenómeno que está transformando a las sociedades y modos de producir; refiriéndose a la tecnología, la inteligencia artificial, el teletrabajo, los nuevos modos de producción y servicios. Afirma que desde el sector público y el privado se hacen muchos esfuerzos, pero teme que estos no vayan a la velocidad suficiente que demanda la actualidad, aunque se muestra optimista al entender que el país se está preparando para ello.

Refiere que dos tercios de la matrícula universitaria está compuesta por mujeres y que se incrementan las maestrías en negocios y tecnología, al tiempo que augura que habrá más mujeres al frente de empresas y emprendimientos TIC.

En cambio, lamenta que no exista igualdad de oportunidades en el país, por las persistentes brechas de género, generacionales o geográficas, y asegura que en todo caso existe un eje transversal: el educativo y el acceso a las TIC.

Asimismo, se refiere al acceso de calidad a la internet como una limitante. “Según el estudio Inclusión Digital en AL y el Caribe estamos entre los países con mayor brecha (junto a Ecuador y Guatemala), quedando al otro extremo Chile y Costa Rica.”


                                          Empoderarse es el gran desafío de la mujer para eliminar las brechas.


“La tendencia es a incorporarnos más a las carreras tecnológicas. El desafío es tomar conciencia de su importancia en los empleos y oportunidades empresariales del futuro.” y continúa citando a Andrés Oppenheimer y su libro ¡Sálvese quien pueda! (2018), “en las próximas dos décadas, casi la mitad de los trabajos serán reemplazados por inteligencia artificial, sin embargo, el trabajo humano de mayor valor agregado permanecerá. La clave: aprendizaje continuo”.

Afortunadamente Circe afirma no haber aplazado ningún plan personal para alcanzar el liderazgo que hoy ostenta, pero confiesa que se ha visto en la obligación de jugar diversos roles de una manera creativa, única, nueva e inédita. “A veces he tenido que hacer malabares para mantener el equilibrio, pero me siento satisfecha por haberlo logrado.

“Las competencias y las visiones de ambos géneros son importantes, pues la sensibilidad y forma de actuar de uno y otro se complementan y enriquecen a la organización.”

Califica como limitante a una cultura organizacional que considere el género para definir su liderazgo y no así las competencias. También menciona el autosabotaje de las mujeres que se relegan a posiciones subordinadas cuando están llamadas a ser líderes.

“Casi todo lo que hacemos se basa en confianza, no solo en lo personal, sino también en las competencias de quienes te acompañan en una responsabilidad. Si generas confianza -incluso en tu capacidad de innovar- tomas en cuenta a la organización y al mercado. Innovar es imprescindible y confiar en que alguien es capaz de hacerlo permanentemente, genera mucha seguridad.”

Asegura que, si el liderazgo es influencia, las mujeres hace tiempo son influyentes. Reitera que el sexo no es determinante, pero es un desafío cultural que se debe asumir como mujeres, para apoyarse y desafiar con mayor velocidad los prejuicios contra el género femenino.

Su definición del éxito la comparte haciendo alusión al célebre filósofo Aristóteles, quien afirmaba que la excelencia no es un acto, sino un hábito hacia un proceso que no termina. Por eso, aun satisfecha, siempre proclama que puede hacerse mejor, sin mostrar ansiedad, pero afirmándolo con fuerza.

“El éxito se fundamenta en estar preparada, las oportunidades y el valor de asumirlas, el deber cumplido, dar lo mejor, los logros, servir a otros (empezando por mi propia familia). Es camino, proceso, resultado, sobre todo, actitud.”

La vicepresidenta de AIRD muestra su gran compromiso y pasión con las causas asumidas “En ANJE y AIRD he formado equipo con sus líderes, he liderado y desarrollado personas. Ha sido gratificante y desafiante a la vez.”

Muestra su lado humano al expresar que reconocer los errores la hacen más fuerte y asertiva “no yerran quienes no se atreven. Con humildad crecemos y nos hacemos creíbles.”

Cuenta entre sus virtudes la pasión, valentía, sensibilidad, preocupación por su país, y sobre todas las cosas, el ser mujer “Las mujeres tenemos a nuestro favor la capacidad adquirida de lidiar mejor con los conflictos, negociar y ser empáticas, eso ayuda al trabajo en equipo.”